Ganó Chaves: ¡Viva Colombia!
El ciclista colombiano del Orica se impuso en Cazorla y recuperó el liderato. Hoy, primera etapa de alta montaña y prueba para los favoritos.
No hace falta conocer Colombia para advertir su impulso. Probablemente, lo mejor sea el desconocimiento, hacer uso de la neutralidad que nos proporciona la distancia. Desde esa posición de práctica ingravidez se puede apreciar mejor el eco. Como tantas veces, el deporte actúa como transmisor del pálpito. El ciclismo nos ofrece la primera pista y la Vuelta confirma el rumor. No estamos ante una fantástica hornada de ciclistas colombianos; estamos ante una nueva generación de colombianos.
La impresión es personal y tiene la misma base de científica de quien se chupa un dedo para adivinar la dirección del viento. A falta de la estadística que apoye la tesis, la sensación es que Colombia nunca fue tan nombrada más allá de las secciones de política truculenta y de los anuncios de Juan Valdés. En cada parcela (en las que nos rodean) hay un héroe cuando no son un par. En el fútbol, Falcao y James. En las bicis, Nairo y Chaves. En la música, Juanes y Shakira. En los sueños, Sofía Vergara.
El triunfo de Esteban Chaves en Cazorla trasciende, en algunos sentidos, el mérito deportivo. El chico lleva enamorándonos (castamente) desde que se vistió de rojo en la segunda etapa y en Sierra Morena completó el romance. Nos suele ocurrir con los escaladores que pesan menos de 60 kilos, piolines contra el gato Silvestre. Pero en su caso hay más. Cada vez que le toca comparecer ante los periodistas, Chavito es un torrente de alegría y entusiasmo. Por cierto, qué bien hablan castellano los colombianos y qué bien lo hablábamos los españoles hace 500 años.
La conquista no es menor. Chaves no dio opciones a Valverde después del generoso trabajo del Movistar para dar caza a los seis fugados. Nadie pudo echarle el lazo. Ni Daniel Martin, ni los sabuesos del Giant, ni Dumoulin en persona. El recio Cummings, último superviviente de la escapada hasta el muro final, asistió a la ascensión del vencedor con cierta estupefacción; el muchacho volaba mientras a él le costaba mantener el equilibrio.
El resumen es que Esteban Chaves parte como líder en vísperas de la montaña de verdad (final en alto de 20 kilómetros), la que debería pertenecer a Nairo Quintana. Colombia manda en la Vuelta a España 28 años después de la victoria de Lucho Herrera. La diferencia es que esta irrupción de genios ya no es una floración espontánea ni un maravilloso accidente. Es una generación. Bienvenida.