Jorge Martín Montenegro se llevó el triunfo en la tercera etapa de la Vuelta a Toledo con final en Villarrubia de Santiago. El corredor del Aluminios Cortizo se impuso en la llegada masiva a Cristian Mota (Rías Baixas) y Bernardo Ordiñana (Atika). El francés Flavien Maurelet (Blagnac Velo) salvó el maillot amarillo y afrontará la última etapa como líder de la carrera.

Se presentó una etapa exigente desde el inicio. Tanto que algunos corredores pidieron salir a calentar por los primeros kilómetros, algo a lo que Bahamontes se opuso. El pelotón tuvo que afrontar la doble subida al Alto del Emperador, de primera categoría, en los primeros cincuenta kilómetros.

Ocho corredores buscaron la fuga y llegaron a abrir 2 minutos de diferencia con el pelotón, pero el trabajo al frente del grupo del equipo Blagnac hizo que la escapada fuese neutralizada a 30 kilómetros de la llegada. En los últimos 15 kilómetros, Gonzalo Serrano (C.C. Rodríguez Magro) saltó en solitario sin que nadie le siguiera, pero a 4 kilómetros de meta fue cazado por el grupo principal.

El pelotón llegó agrupado a Villarrubia para afrontar un ligero repecho a la entrada del municipio y una peligrosa curva de 90 grados. En los últimos 150 metros, Montenegro, que entró bien situado en cabeza del grupo, aceleró y se impuso a sus rivales en la línea de meta. Alfredo Relaño, Tomás Roncero (redactor jefe del Real Madrid) y Juan Mora (subdirector) asistieron a la llegada. El director de AS fue el encargado de entregar el premio de la montaña en el podio. 

En la clasificación general no se han producido grandes cambios al término de la tercera etapa. Flavien Maurelet continúa como líder una jornada más, igualado a tiempo con 6 corredores: Jorge Arcas y Rafael Márquez (Industrias Lizarte), Pedro Merino (Supermercados Froiz), Pedro Gregori (Aluminios Cortizo), Jordi Sloof (Westland) y Cristian Cañada (Mutua Levante). 

Mañana, última etapa de 137 kilómetros entre el Polígono Industrial de Toledo y la Plaza de Zocodover. Un recorrido que incluye el Alto del Robledillo, de primera categoría, y las rampas finales en la capital toledana, que podrían decidir el ganador de la 50ª edición de la Vuelta a Toledo.