Contador no se ha cansado de repetirlo: “Fabio Aru me recuerda a mí cuando era joven. Es ya el presente del ciclismo, no el futuro”. El sardo, de 24 años, ha subido un peldaño en el podio del Giro, del tercero de 2014 al segundo de 2015: “Se trata de un salto de calidad importante, y la confirmación de que puedo aspirar a una gran vuelta”. También dobló su botín en etapas con los triunfos en Cervinia y Sestriere: “Cuesta asimilar tantos éxitos, pero debo trabajar más para repetir”. Astana acabó la carrera como la escuadra mejor clasificada, con cinco victorias: dos de Aru, dos de Landa y una de Tiralongo.

Aru se deshizo en elogios para el tercero de la general: “Mikel se esforzó muchísimo para que luchara por la maglia rosa. Sacrificó sus opciones personales en algunos momentos, y por eso me siento muy agradecido”. El italiano se llevó otro maillot a casa, el blanco de primer joven. Olvidada la polémica sobre su pasaporte (demandó a Henderson por ponerle en duda), en su país los medios le definen como la “esperanza” para las rondas de tres semanas, y “heredero” de su compañero Vincenzo Nibali: “Ojalá no defraude las expectativas”. Vinokourov, mánager de Astana, aseguró que acudirá al Tour de 2016 “para presentar batalla”.