Contador prueba a sus rivales y Zakarin se confirma en Imola
Ilnur Zakarin, que sorprendió este año ganando Romandía, se confirmó con su primer triunfo en una grande. Contador atacó a 6km, arrancada que sofocó Astana.
Imola reavivó el romance del ciclismo con los circuitos de Fórmula 1: Nürburgring, Zolder, Spa-Francorchamps, Mónaco… Las bromas sobre la victoria de Ilnur Zakarin no tardaron en arrasar en la sala de prensa y en las redes sociales. “Ha ganado como un bólido” o “Vuelta rápida para Zakarin”, se escuchaba y leía repetidamente. El ruso de Katusha, de 25 años, sorprendió por su rendimiento en el Tour de Romandía, en el que batió a Froome, Quintana o Nibali y se apuntó la general. “Me siento feliz por conseguir mi primera victoria en una grande en un lugar así de mítico”, aseguró en su lengua materna, con la traducción de su jefe de prensa.
El Autódromo Enzo y Dino Ferrari fue escenario en 1994 del fin de semana más trágico de la F-1. Murilo Fischer, el único brasileño del pelotón del Giro, cubrió la jornada con un casco con la bandera de Brasil en homenaje a su “ídolo” Ayrton Senna, fallecido en la disputa del GP de San Marino en la curva de Tamburello. También Bernhard Eisel recordó a su compatriota austriaco Roland Ratzenberger con un crespón. Su muerte se produjo en la calificación.
Zakarin atacó a sus socios de escapada en la penúltima ascensión a Tre Monti. Bajo una intensa lluvia, conservó su renta respecto al pelotón y la fuga con una tremenda cabalgada en solitario. El tártaro, castigado dos años cuando tenía 19 por un positivo con el esteroide methandienone por la Federación Rusa, no reniega de su pasado: “Entonces era joven y estúpido, las cosas han cambiado”. Su primera semana resultó decepcionante, ya que cedió minutadas en cada una de las etapas decisivas: “Debuto y vengo a aprender. Sin la presión de la clasificación, podía luchar por un triunfo. Ha salido perfecto”. ‘Now or never’, reza el tatuaje de su brazo derecho.
Intxausti se coló en la escapada “para pelear por otra victoria y sumar puntos en la Montaña”. Balance: recuperó la maglia azzurra, concluyó cuarto y se quejó de que a Zakarin le benefició el rebufo de una moto para marcharse. Lobato, décimo, venció en el sprint del pelotón. Consuelo menor en un día propicio. Por su parte, Contador lo probó en la última subida a Tre Monti: “No era para sacar diferencias, sino para comprobar cómo se encontraban mis rivales. Y pienso que iban justos”.
Con Porte a 3:09 por su pinchazo más la penalización, la general parece llamada a decidirse en un duelo entre su Tinkoff y el Astana de Aru y Landa. A Urán, a 2:10, le persigue la mala suerte: a la bronquitis añadió una caída que le rompió el casco. Que Contador se quitara su casco para retirarse la gorra interior fue motivo de reclamación para la prensa anglosajona. Pedían que se aplicara el reglamento a rajatabla, como con Porte: descalificación. No hubo caso.