Contador: "Voy a mejor, aunque cambiaré la postura en la crono"

Alberto Contador salió a rodar con la bicicleta convencional y con la de contrarreloj por los alrededores del Hotel Horizon de Montegranaro. “Relax, take it easy”, le dijeron sus técnicos. Como la canción de Mika, pero sin falsete. Después de soltar músculos y probar posiciones en la cabra, la maglia rosa del Giro atendió a los medios de comunicación. Afirma que está mucho mejor de su dolencia en el hombro, y que cambiará su postura para la crono del sábado.

-¿Modificará su postura en la crono del próximo sábado, como avisó estos días?

-He aprovechado esta mañana de reposo para probar. Dentro de cinco días debería estar mejor del hombro, pero vamos a cambiar la posición. Quizá hipoteque mi postura, vamos a abrir más los brazos para ir menos forzado. Sin embargo, es más importante protegerlo que ir forzado.

-¿No influye la subida que presentará el recorrido de la contrarreloj?

-No, lo haremos exclusivamente por proteger la articulación. Es una crono de aerodinámica totalmente. Sacamos una media de 40 km/h en los entrenamientos, esa subida es muy suave.

-¿Cómo se encuentra anímica y físicamente tras la caída de Castiglione?

-Estoy contento, voy a mejor. En San Giorgio se vio mi cadencia, porque en Campitello me costó mucho. Iba con un desarrollo más duro, también por los golpes en las piernas, no sólo en el hombro. Por ahora, me encuentro líder y se trata de terreno que mis adversarios me tienen que recortar. Aunque el Giro acaba de empezar, siempre es bueno tener diferencias sobre los rivales.

-¿Le molestó que Aru le pidiera relevo y le sprintara en la meta de San Giorgio?

-Intuía que podía suceder. Pude no pasar al relevo e ir a rueda, pero no pasa nada, espero que no se gane o pierda este Giro por un segundo.

-Se cae en la primera semana del Giro, como en el Tour de 2014. ¿Qué le viene a la cabeza?

-Reflexiono en el mismo momento de la caída: “Nunca me he roto la clavícula, qué dolor. Me eché la mano al hombro y por propio instinto me lo coloqué”. Aunque pensé que el esfuerzo y cómo había hipotecado el principio temporada podía perderse, en ningún momento quise creer que me marchaba para casa. A mis amigos les comenté que necesitaría hasta un psicólogo si regresaba. Pero ya ha pasado lo peor y continúo con el reto Giro-Tour.

-Estas jornadas a la defensiva, ¿han sido por la lesión del hombro o por malas piernas?

-Me mostré más conservador que atacante por el hombro. Superar estos días sin pérdidas era la meta. Obtuvimos buenos resultados. Falta terreno suficiente y preferí pecar de tranquilidad que de valentía.

-¿Tendrá equipo para controlar? Se le ha visto solo en los ataques de Astana.

-Mi escuadra hace un desgaste grandísimo que no se aprecia en la televisión, controla mucho. Astana me preocupa más que el Sky.

-¿El daño en el hombro le ha aportado más motivación?

-El desafío Giro-Tour es motivación suficiente. Si se consiguiese, algo que entraña muchísima dificultad, mi carrera sería recordada por este hito. No supone ningún plus en mi contrato, es una motivación deportiva. Y a ver cómo sale. He trabajado muchísimo a nivel físico y mental para afrontar el doblete.

-Nunca ha cedido el maillot de líder en una grande. ¿Cómo lo podría perder?

-Me quiero alejar de esa posibilidad. Para perderlo, se puede ceder en todas las etapas, ya se vio con la caída que sufrí a 400 metros de meta. El día de la crono, en el que Richie estará muy fuerte, quizá la tradición no continúe. No ocurrirá nada si se pierde y se recupere. Son simples estadísticas.

-¿A quién ve mejor de sus adversarios?

-Los rivales serán Richie y Aru, cada uno con sus puntos a favor: Richie tiene la crono, y Fabio las montañas más duras, como yo. Me recuerda a mí, ambicioso y que sabe lo que quiere.

-¿Qué espera de esta segunda semana?

-La primera semana ha sido de las más exigentes que he disputado. Esta segunda parte será quizá de más relajación, aunque habrá repechos y deberé permanecer atento y guardar para crono. Ese será el día crucial.