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CICLISMO

Muere atropellada cuando iba a entregar un bidón a su hijo

Carine Govaerts, esposa del exciclista Ludwig Wijnants, fue arrollada por el prometedor corredor Jordi Van Dingenen cuando se disponía a asistir a su hijo Arne.

Carine Govaerts junto a su hijo, Arne Wijnants.
Het Nieuwsblad

El ciclismo belga anda sumido en la tristeza. Sólo doce días después del fallecimiento a los 58 años de Claude Criquelion, campeón mundial en 1985, la tragedia volvió a golpear al pelotón con el accidente mortal de Carine Govaerts, esposa y madre de ciclistas.

Carine Govaerts acudió el pasado domingo a una carrera élite-sub 23, la Brustem-Sint Truiden, donde participaba su hijo, Arne Wijnants, de 22 años. Esperaba su paso en la cuneta, donde tantas veces había visto también pedalear a su marido, Ludwig Wijnants, exciclista profesional en los 80, coetáneo de Criquelion y ganador de una etapa del Tour de Francia en 1985. En esta ocasión estaban los dos juntos. Y Ludwig lo presenció todo. También su propio hijo a los lomos de su bicicleta.

Carine pretendía dar un bidón a Arne cuando otro corredor, Jordi Van Dingenen, de 18 años, campeón de Bélgica de su categoría en 2012, impactó fatalmente contra ella. Ambos fueron trasladados de urgencia. Carine, con fractura de cráneo, falleció al día siguiente a los 55 años de edad, tras 16 horas de lucha en el hospital de Hasselt. Jordi, ingresado en Sint-Truiden, tiene una clavícula fracturada, un neumotórax y conmoción cerebral.

Se desconocen los detalles del accidente, aunque hay testigos que hablan de que una ráfaga de viento pudo cambiar la trayectoria del joven corredor cuando se estaba quitando el chubasquero. Jordi se siente “desvastado, en una pesadilla”, pero asegura que no recuerda “nada”. “Para él también ha sido un drama. Esperemos que no se sienta culpable y que pueda montar de nuevo en bicicleta”, dicen los familiares de Carine.

Su accidente recuerda al ocurrido hace un año en el Tour de Flandes profesional, cuando Johan Vansummeren arrolló a una espectadora, Marie Claire Moreels, que se ha quedado paralítica, con la parte derecha de su cuerpo paralizado, después de pasar varios meses en coma luchando por su vida. Sus gastos médicos ascienden a más de 10.000 euros, pero no ha recibido ninguna indemnización porque el caso está abierto en la fiscalía de Kortrijk.