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La júnior que tuteó a las estrellas en barro

Rocío del Alba García (Móstoles, 1997) está en edad júnior, pero su calidad es tal que compitió con las absolutas en los pasados Mundiales de ciclocross en Tabor (República Checa). “Había un ambiente espectacular y la verdad es que me hizo mucha ilusión. No esperaba responder tan bien ni el resultado que obtuve”, contaba Rocío, que acabó como mejor española en el puesto 22ª. No se deja amedrentar por la francesa Pauline Ferrand-Prevot, oro, o la multiganadora mundial Marianne Vos. “Son personas igual que todo el mundo, pero es una ilusión muy grande correr con gente tan buena”, dice.

Rocío, que vive en Villa del Prado, comenzó a rodar de pequeña por los alrededores de su pueblo: “Me gustaba mucho, veía a mis amigos salir en bici, y hasta que no entré en el equipo de aquí con 8 años no paré”. Comenzó con el mountain bike, hasta que en 2013 probó con el ciclocross y quedó campeona de España en Navia. En 2014 sufrió una operación de menisco y esta temporada ha arrasado en Madrid y en los Nacionales de Gijón, también absolutos.

Lo que más le gusta del ciclocross es “que haya mucho barro”. “Disfruto en las carreras puras, con circuitos técnicos y con lluvia”. Y se resigna en los tramos que hay que bajarse de la bici: “Te la echas al hombro y a correr”. Rocío no descarta competir en la Copa del Mundo y en el Superprestige. “Ya se verá con el tiempo. Hay que ir poco a poco y no adelantarse”, y añade que ha oído “la pasión que hay en Bélgica”: “Nunca he competido allí, pero me han dicho que la gente lo vive al máximo”.

Aunque ella no se define como una ciclista de ciclocross puro. “Me gusta la mountain bike, el ciclocross y la carretera”. De hecho, ya prepara su temporada de ruta con el club Sopela Ugeraga vasco por el que ha fichado este año. Allí se ha centrado en la Copa de España y el trofeo Euskaldun. “En la carretera hay más posibilidades, aunque es difícil vivir de la bici. Al ciclismo femenino le falta, pero estamos mejorando”.

Amante de los caballos y de la tauromaquia, Rocío idolatra a Joane Somarriba, Alberto Contador y Pablo Lastras, paisano: “Es un maestro, que me da grandes consejos”. En Villa del Prado y por las carreteras de la Sierra Oeste se puede ver rodar a Rocío del Alba García, la gran promesa del ciclismo madrileño.