Mundiales en Ponferrada
A Valverde sólo le falta una medalla en su colección: el oro
La Selección arropará hoy al murciano en el Mundial de Ponferrada. Javier Mínguez: “Este circuito le va fenomenal a Alejandro, pero tocará trabajar”.
Después de 2004, con el tercer título de Óscar Freire, ningún español ha vestido el arcoíris. Aunque la Selección haya logrado dos platas y cuatro bronces desde entonces, casi siempre queda la sensación de que el oro se encontraba al alcance y no se supo conseguir. En casa, la desangelada Ponferrada acoge quizá la última oportunidad de Alejandro Valverde de proclamarse campeón del mundo. Por edad, 34 años, y por trazado, ya que los de Richmond (EE UU, 2015) y Qatar (2016) serán prácticamente llanos.
Con dos platas y tres bronces, nadie suma más medallas en esta competición que el murciano. El equipo nacional parece conjurado en torno a su figura. El seleccionador, Javier Mínguez, no ofrece dudas: “Se trata del líder”. Sus compañeros, hasta Purito Rodríguez, le han apoyado en público, pero deben respaldarle en la carretera: “Sabemos que este circuito le va fenomenal y tocará trabajar”. Habrá que comprobar después en qué se convierten las buenas intenciones. Aún duele la imagen de Purito, en un mar de lágrimas, en el podio de Florencia.
Dos corredores importantes no estarán: Mínguez descartó a Samuel y no pudo disponer de Contador, que renunció. A pesar de las críticas del asturiano (“La Selección es peor sin mí”), el técnico sólo lamenta la ausencia del ganador de la Vuelta: “Elegí a la gente para currar, y a Samuel le dejé fuera. En cambio, sí considero un problema que no compita nuestro ciclista más en forma. Contador habría realizado un gran papel en un recorrido tan exigente”. En total, 254,8 kilómetros, 4.284 metros de desnivel y una vertiginosa bajada a la meta. Sin embargo, según los protagonistas, “la ascensión larga no resulta lo suficientemente larga, ni la subida dura, lo suficientemente dura”. A ver.
De la dificultad de la carrera, que se multiplicará con lluvia, dependerá el abanico de favoritos. A la Selección le conviene endurecer el ritmo para descartar a los hombres rápidos, Boonen, Bouhanni, Kristoff, Matthews o Degenkolb. Contra los passistas veloces de la talla de Gerrans, Cancellara, Sagan, Gilbert o Dumoulin saldrá más caro actuar. Aparte, entrarán en juego los espíritus aventureros, los Kwiatkowski, Gallopin o Van Avermaet, los escaladores y fondistas, como Rui Costa, Nibali, Urán o Froome, y, por último, la falta de piernas y el destino. Muchos rivales, élite absoluta y sólo un vencedor. Así es el Mundial. Disfrútenlo.