Jonathan Castroviejo, magnífico contrarrelojista del Movistar, acompañó a Nairo Quintana en Colombia durante su preparación de cara al Giro: “Fueron tres semanas en abril. Me alojé en un hotel, pero conocí a la familia de Nairo. Boyacá y su gente me parecieron espectaculares”. El corredor vasco viajó junto a su chica, Amets, que está embarazada: “Aunque nos dio tiempo de ver cosas como turistas, la estancia se enfocó a currar para venir a tope al Giro. Rodar a casi 2.800 metros de altitud se nota”.

Quintana comparte su opinión: “Lo pasamos superbien. Nos entrenamos fenomenal juntos: cuando nos tocaba montaña, montaña, y cuando nos tocaba llano, llano. A él le ha encantado nuestro ambiente, estuvimos muy a gusto y hubo tiempo para todo, pudimos entretenernos y trabajar duro”. El vizcaíno recuerda la dinámica: “Íbamos por la carretera y nunca te faltaban personas para hacer grupeta. Los colombianos viven con mucha pasión nuestro deporte”.

Los dos, de 27 años Castroviejo y de 24 Quintana, comparten también habitación durante la carrera: “Nairo es una persona muy tranquila y madura, con las cosas claras. Me sorprendió desde nuestra primera temporada en común. Es el mismo que cuando tenía 21 años, pero con más responsabilidades”. A Jonathan le asombra la capacidad de Nairo para manejar la fama: “Yo no sé si podría llevarlo tan bien, a él le sale natural. En Colombia le tratan como en España a cualquier futbolista famoso”. Así que no fue necesario controlarle: “Qué va, en todo caso me cuidó él a mí”.

El objetivo en la Corsa Rosa no admite dudas, conquistar la maglia para Nairo. Castroviejo, un potente todoterreno, le protege en el pelotón y resulta clave en su labor de apoyo: “En el equipo sabemos que puede ganar, por lo que le ayudaremos en la máxima medida a lograrlo. Traemos un buen bloque y el recorrido, con tanta montaña, le favorece. Ojalá celebremos el 1 de junio un Giro para Quintana y el Movistar”.