Nibali y Samuel, al asalto del férreo tren de Bradley Wiggins

La organización del Giro sabía lo que quería cuando presentó el trazado de 2013, que arranca hoy en Nápoles: a Bradley Wiggins. Con el caramelo en forma de contrarreloj de 55,5 km, el británico se presenta como máximo favorito a conquistar la Corsa Rosa. Su plan no debería distar mucho del siguiente: obtener una minutada ese día para, en las etapas de montaña que quedarán por disputar, poner al intratable tren del Sky a controlar al pelotón. Como en el Tour de 2012.

Un ciclista, por encima del resto, está capacitado para hacer descarrilar a la engrasada maquinaria al servicio de Wiggo­: Nibali. Porque corre en casa, por calidad, por valentía y porque ya lo logró en la pasada Tirreno, en este caso con Froome de líder. Samuel e Intxausti, las bazas españolas más sólidas, no tendrían que andar lejos del Tiburón cuando lo pruebe. Ahí se jugarán buena parte de sus opciones de cara a la general.

Defensa. Hesjedal, el vigente campeón, ha enfocado la temporada a la defensa del título. Scarponi, Evans y Gesink también buscarán el podio. Con una cronoescalada, seis finales en alto y las habituales encerronas made in Italy, dispondrán de terreno suficiente para intentarlo. "Acepto el reto de competir en un Giro para escaladores", resumió desafiante Wiggins. Para empezar esta tarde, una más que probable llegada al sprint.