La Vuelta llega hoy al último final en alto de la primera semana de carrera, el cuarto tras Arrate, Valdezcaray y Fuerte Rapitán: la Collada de la Gallina, en Andorra. Serán 7,2 km de ascensión a un desnivel medio del 8%, con rampas de porcentajes máximos por encima del 15%.

Un puerto que Purito Rodríguez, líder de la ronda, conoce al dedillo: "Está al lado de mi casa, salgo mucho a entrenarme por la zona y se trata de una subida muy dura y exigente, aunque se han recortado tres kilómetros realmente difíciles, que están sin asfaltar". El maillot rojo espera conservar el primer puesto en su territorio: "Me encantaría llegar así a Barcelona, pero debo ganármelo, los rivales van a apretar y me lo pondrán complicado".

Rivales.

Chris Froome, segundo clasificado a diez segundos de Purito, tiene una opinión distinta: "Me gustaría poder vencer y alcanzar el liderato. Es una jornada muy importante para concluir los primeros días entre los favoritos y mantener intactas las opciones a la victoria en Madrid, el objetivo por el que lucho. Me siento con buenas piernas, con el respaldo de un gran equipo y lo probaré".

Contador y Valverde no quieren ser menos: "La Vuelta es larga y hay que aprovechar todas las oportunidades que se presenten". Roche, Antón y los holandeses Gesink y Mollema también prometen batalla: "Debemos pasar al ataque para empezar a recortar tiempo". La siguiente dificultad para ellos será la contrarreloj del próximo miércoles, de 39,5 km.