A Miguel Indurain, cinco veces ganador del Tour de Francia, en dos ocasiones vencedor del Giro, no se le ha dado precisamente bien la Vuelta a España. En 1985, con 20 años y sólo unos meses como corredor profesional, fue líder durante cuatro jornadas. A sus 48, el navarro, nacido al lado de Pamplona, en Villava, se ha convertido en el principal reclamo del inicio de esta Vuelta. Una prueba que no ganó (terminó segundo en 1991, tras Melchor Mauri) y en la que vivió un amargo final en 1996, cuando se bajó de la bicicleta camino de los Lagos de Covadonga: "Aquí no funcioné del todo, pero es nuestra carrera, un grandísimo acontecimiento, y supone un placer que llegue delante de tu casa".

En 1996, el Tour quiso brindar un homenaje a su pentacampeón. El 17 de julio, justo un día después de su cumpleaños, la ronda gala conectaba Argelès-Gazost con Pamplona. Se suponía que Miguel iba a disputar la general de su sexta Grande Boucle, pero perdió sus últimas opciones en aquella jornada.

Humilde. Cedió más de ocho minutos después de pasar Larrau, 15 km a más del 8% de pendiente media (Biarne Riis, actual manager de Contador, se impuso en esa edición. Después confesaría que ganó dopado). "Las cosas no siempre salen como uno quiere", asume con humildad Miguel.

Lo que desea para la carrera que comienza mañana es "diversión y espectáculo": "La organización ha trabajado muy bien durante los últimos años en el diseño del recorrido. Ofrecen etapas más cortas, que enganchan a los aficionados, con finales atractivos, que disponen de los ingredientes necesarios para hacernos vibrar". Indurain destaca el excelente cartel que presenta la Vuelta: "Van a disputar el triunfo los mejores nombres a nivel mundial. Contador, Valverde, Froome, Cobo, Purito, Antón, Gesink son todos ciclistas de primera línea, que pueden brindar una bonita pelea por el podio. Alberto es un ganador nato, y seguro que cuenta con mucha hambre de victoria en su regreso".

Por último, una curiosidad: Kukuxumusu, la marca de camisetas, ha diseñado una especial con la figura del navarro con motivo de la contrarreloj que recorrerá parte de los encierros de Pamplona ("No será especialmente complicada, aunque sí muy simbólica por el hecho de terminar en la Plaza de Toros").

Indurain comanda en la camiseta a un grupo de reses bravas que no tiene miramientos para embestir a los corredores. Una frase suya acompaña al dibujo: "Emocionar a la gente es lo más bonito de estar ahí delante". "Ojalá lo consiga el pelotón de la Vuelta", concluye el navarro más icónico.