Llega la montaña al Giro. Hoy, primer final en alto en Rocca di Cambio, en la castigada provincia de L'Aquila, en plenos Abruzos. Un puerto tendido de segunda categoría, pero con las rampas de máximo desnivel, del 10%, dentro del último kilómetro. Un marco perfecto para que Purito Rodríguez lance uno de sus explosivos ataques en la parte final de la subida. El catalán va sexto, a 36 segundos de Adriano Malori, aunque Ryder Hesjedal, que le lleva 19, se presenta como su principal rival por el liderato. La bonificación de 20 segunditos que se otorga al vencedor de etapa (12 para el segundo, 8 para el tercero) es una golosina muy apetecible, y esta tarde puede resultar decisiva.

Así se expresó Purito en la previa: "No me obsesiona ponerme de líder, pero está claro que siempre te hace ilusión ir primero en una de las tres grandes. Lo importante es que me encuentro muy bien, bien posicionado, con confianza, y en el Katusha trabajamos de maravilla".

Rubiano.

Ayer se llevó el triunfo Miguel Ángel Rubiano, colombiano del equipo de Gianni Savio, tras atacar a sus compañeros de escapada a 36 km de meta. Rubiano, positivo en 2008, es vecino de Montegranaro, localidad por donde pasó la jornada. Adriano Malori, 24 años, farolillo rojo del Tour de 2010 y campeón italiano de contrarreloj en 2011, se enfundó la maglia rosa. Pablo Lastras se cayó en el descenso de Cappella, cuando formaba parte de la fuga, y tuvo que abandonar con cuatro costillas y la clavícula derecha fracturadas. Mala suerte para Penkas, dos días después de que su Atlético ganara la Europa League.