Contador se declaró limpio y se marchó emocionado

Alberto Contador clausuró la audiencia en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) con un alegato de un cuarto de hora sobre su inocencia y su apuesta por la limpieza. A continuación se fundió en un emotivo abrazo con Andy Ramos: algo más que su abogado, un gran amigo. Y abandonó el Castillo de Béthusy con los ojos enrojecidos a bordo de un taxi, acompañado por sus inseparables Ramos y Fran Contador, y por otro jurista de su equipo, Gorka Villar. Sólo falta la sentencia.

Con esta emotividad terminó una audiencia en la que Contador siempre ha estado al frente de su defensa. Asistió durante las 28 horas, divididas en cuatro sesiones, que ha durado la vista. "Contador ha sido el líder espiritual del equipo, ha tenido mucho mérito que haya estado presente en todo momento, con la de cosas que se han dicho allí en su contra", elogió una persona del entorno de la defensa.

"Ha sido muy serio". La literalidad de su alegato no ha trascendido, pero sí que no difiere mucho del que aparece en el informe previo y la resolución de absolución de la Federación Española: "Nunca me he dopado y siempre me he rodeado de personas que rechacen el uso de sustancias dopantes. Con honradez, me considero un ejemplo de limpieza".

La tradición en estas audiencias es dar la última palabra al acusado. "Contador ha sido muy serio: ha asistido a todo el proceso y ha hecho una declaración personal al final", explicó Matthieu Reeb, secretario general del TAS. "Esta opción no siempre se utiliza. Hay deportistas que lo hacen; otros que sólo dan las gracias, y algunos que ni siquiera hablan. Su intervención ha sido más larga que la media". Al llegar a las 21:00 a Madrid, Contador hizo las únicas declaraciones públicas desde el lunes: "Han sido cuatro días muy largos. Ahora me tengo que centrar en entrenar, y cuando llegue la resolución ya se verá".

La sesión final se dedicó a la exposición de las conclusiones de las partes: la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y la Unión Ciclista Internacional (UCI), por los demandantes; y la defensa de Contador y la Federación Española, por los demandados.

Todo queda en manos de los tres árbitros, Efraim Barak, Ulrich Haas y Quentin Byrne-Sutton. "La resolución se espera en seis u ocho semanas, seguramente a primeros del 2012", según Reeb. La dimensión de la documentación presentada dilatará la fundamentación de la sentencia hasta entonces.