"Pelearé hasta Madrid para ganar la Vuelta"

Bradley Wiggins nació el 28 de abril de 1980 en Gante, ya que su padre, Gary, que fue ciclista profesional, se encontraba acompañado por su esposa, Linda, mientras competía en los Seis Días de la ciudad belga. Sin embargo, es el más británico del pelotón: luce el maillot de campeón, la Reina Isabel II le concedió el título de Comandante del Imperio, y no hay más que fijarse en su look mod para percatarse de que parece más un cantante de pop inglés que un flamenco de Gante.

Quizá por el hecho de haber venido al mundo prácticamente en el velódromo, Wiggins se decantó muy pronto por esta especialidad, a los 10 años. Ha logrado seis medallas olímpicas en pista: un bronce en los Juegos de Sydney; un oro, una plata y otro bronce en Atenas; y dos oros en Pekín, en persecución individual y por equipos. También ha conseguido cinco campeonatos del mundo en persecución, tres individuales y dos por equipos, y otro en madison.

En el Tour.

Su explosión en la carretera se produjo en 2009, cuando terminó cuarto en el Tour. El Sky le brindó un equipo para él en 2010, pero fracasó en su asalto al podio. Este año llegó a Francia con la intención de ganar, pero una fractura de clavícula truncó su sueño. Por eso, se toma la Vuelta como "una revancha": "Salí con la intención de conquistar la carrera, y este liderato refuerza mi convicción de que puedo alcanzar mi meta. Pelearé hasta Madrid por vencer".

Froome: "Dije que trabajaba para él"

Chris Froome cedió ayer La Roja a su compañero Wiggins y no dudó en afirmar que el líder del Sky no es él: "Ya dije que trabajaba para Bradley, y así lo he hecho en la última ascensión. Sigo bien colocado en la general, pero mis esfuerzos están dedicados para mi jefe y no sé si aguantaré arriba".