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"Creo que voy a estar bien cuando lleguen los Pirineos"

"Creo que voy a estar bien cuando lleguen los Pirineos"

¿Cómo se encuentra su rodilla derecha?

Ahora tengo que mimarla y cuidarla, con hielo, descanso o con lo que sea, para encontrarme preparado cuando llegue la montaña. La caída del domingo me afectó a la parte interna, después de que en las anteriores me tocara en el lado externo. Se ha inflamado, aunque creo que voy a estar en buenas condiciones en los Pirineos.

¿Le inquietan las molestias?

Claro, a ver cómo me va con el día de reposo, que sólo he cogido la bici un par de horas, y con las dos etapas anteriores a Luz Ardiden. Espero terminar de recuperarme y afrontar la parte decisiva de la carrera en plenas condiciones físicas.

¿Qué le preocupa más, la rodilla o el tiempo perdido?

Os lo diré cuando acabe la próxima etapa, dependerá de cómo marche la pierna.

¿Pasará al ataque en los Pirineos?

Todo el mundo me pregunta por el momento en que atacaré, pero otros también necesitan sacar diferencias, así que igual no tengo que recortar la desventaja entera, ya que la última contrarreloj me favorece. Además, habrá que comprobar dónde conviene pasar a la ofensiva, si en los Pirineos o en los Alpes, porque todavía queda mucho Tour.

¿A qué cree que se debe tanta caída?

Será que estoy haciéndome mayor (risas). En serio, son circunstancias que se dan y no hay más remedio que aceptarlas.

¿Siente más la presión en esta edición?

Cualquier temporada, el Tour es difícil. Lo he afrontado de formas diferentes cada año. La presión a la que te somete esta prueba no la tienen las otras. El secreto es controlarla y convertirla en motivación y ganas de lograr el objetivo, que es ir por la triunfo en París.

¿A quién teme más, a Evans o los hermanos Schleck?

A Cadel Evans se le nota en mejor forma que nunca, pero debo verle en la montaña. Los Schleck se encuentran muy bien, aunque tengo que respetar a todos los rivales por igual.