En Dinan, preciosa localidad amurallada de la Bretaña, Alberto Contador atendió a los medios antes de tomar la salida en la sexta etapa. Lo hizo con una sonrisa, el brillo de sus ojos delataba optimismo. A pesar de las dos caídas del miércoles: "Pasé una buena noche, aunque me siento un poco dolorido. Tengo el costado izquierdo con algunos golpes, pero sobre todo me molesta el lado derecho, con la rodilla y el codo bastante inflamados. Ojalá que estos dos días previos a Super Besse (mañana) sean tranquilos y me recupere totalmente".

Durante la jornada, Contador sufrió un percance con el rodamiento de una de sus ruedas a 30 km de meta. Al instante, cambió de bicicleta con Dani Navarro, para que minutos después le dieran la que dispone de reserva en el coche del equipo. Al finalizar en Lisieux, sus declaraciones siguieron la misma línea: "La cosa ha marchado bien, sin problemas. Aunque me costó empezar, una vez en carrera las sensaciones resultaron buenas. No obstante, hubo fases peligrosas, porque durante un rato prácticamente no se veía de cómo llovía". En el repecho del último kilómetro apareció en la parte delantera del pelotón: "Estuve atento más que nada para no perder tiempo si se producía algún movimiento. Terminé cansado, pero como los demás".

Biarne Riis, el mánager del Saxo Bank, no duda de las posibilidades de su pupilo: "Se encuentra en el mejor momento de la temporada". Riis no piensa que el hecho de haber corrido el Giro, sufrido caídas o perdido un tiempo con el que no contaba suponga ningún inconveniente para que Contador dispute el Tour con las máximas garantías.