Cadel Evans consiguió en el Muro de Bretaña su segunda etapa en el Tour. La primera fue la crono de Albi, en la edición de 2007. "El final se parecía un poco al de la Flecha Valona (clásica que se apuntó en 2010), pero sin tanta curva ni desnivel como en Huy. Ganar era el objetivo del equipo, todos nos esforzamos para lograrlo, aunque también me habría gustado vestirme con el maillot amarillo. Sin embargo, Hushovd aguantó muy bien", explicó resignado, pero contento, en la meta. Sólo un segundo le separa de la ansiada prenda.

El australiano ha perdido dos Tours de Francia por cuestión de segundos. El de 2007, con Alberto Contador, por 23 de diferencia; y el de 2008, con Carlos Sastre, por 58. "Me interesa cualquier ventaja que se pueda obtener en cualquier jornada. Me quedé a las puertas de dos Tours por muy poco tiempo, sé cómo debe valorarse hasta el más mínimo detalle, y para eso me he preparado, para intentar conquistar la carrera de una vez".

Gran campaña.

La temporada del australiano está siendo de matrícula: ha vencido en la Tirreno-Adriático (más una victoria parcial) y en el Tour de Romandía. "Decidí no correr el Giro porque el año pasado no resultó la mejor preparación para el Tour, llegué bastante fatigado. No sé si le pasará lo mismo a Contador este año, creo que le veremos seguro peleando por la general".