Perfil Weyland
Weylandt, un gregario que corría el Giro por casualidad
El ciclista belga participaba en este Giro por la lesión de Benatti. Conquistó etapas en dos grandes, Giro y Vuelta, pero será más recordado por ser el fiel escudero de Tom Boonen. Giro de Italia: Etapa 21, contrarreloj final
Wouter Weylandt nació en Bélgica (Gante), tierra de ciclismo, de clásicas como la Lieja-Bastogne-Lieja, y de extraordinarios corredores como Eddy Merckx o el ahora popular Philippe Gilbert. Su nombre, pese a conquistar etapas en dos grandes, Giro y Vuelta, no llegó a ser tan conocido como el de ellos porque Weyland fue más un fiel escudero que un primera espada. Este Giro, le había dado a Weylandt la oportunidad de quitarse esa coraza de gregario y de liderar los sprints del Leopard Trek (fue noveno en la segunda etapa). Sin embargo, una caída en la tercera etapa, los inicios del Giro para el resto de corredores, supuso para Weylandt su final, su último Giro, su última vuelta.
Weylandt empezó a correr con 15 años y en 2005, su constancia y esfuerzo, le valieron un buen contrato con el Quick Step. Una mononucleosis frenó su debut y le cortó las alas durante algún tiempo. Así, no fue hasta 2007 cuando se impuso en el Tour del Benelux y empezó a labrarse un nombre en el ciclismo. Esa victoria le valió para ser el lanzador de Tom Boonen, y, de vez en cuando, cuando se lo permitieron, para seguir ganando. Así lo hizo en 2008, en la 17ª etapa de la Vuelta España con final en Valladolid y así, 364 días antes de su muerte, lo hizo en el Giro de Italia. Weylandt ya no podrá celebrar el aniversario de esa etapa, merced a la cual consiguió fichar por el poderoso Leopard Trek de los hermanos Schleck y Cancellara. WW Special, como era conocido en el pelotón, también conquistó un Tour de Flandes en categoría sub-23 y fue tercero en la Gante-Wevelgem de 2008, que ganó el español Oscar Freire.
Para colmo, Weylandt tampoco celebrará el nacimiento de su futuro hijo, que como él mismo anunció en Twitter, vendrá al mundo en septiembre. A su primogénito le llegará sólo el legado de un ciclista que a los 26 años, un 9 de mayo de 2011, fue devorado cruelmente por el descenso del Passo del Bocco. Allí, el corredor chocó contra un muro, se fracturó el cráneo, y quedó tendido, inconsciente y lleno de sangre, a 25 kilómetros de la meta. Los médicos intentaron devolverle la vida pero WW Special no reaccionó.