Arroyo se sube al podio

David Arroyo comenzó el Giro de Italia, el lejano 8 de mayo, en Amsterdam, con la idea de mejorar los dos décimos que cosechó en 2007 y 2009. En sus cálculos no entraba el podio, estaba dispuesto a trabajar para Bruseghin como otras veces le había tocado con el líder de turno de su equipo. Ayer (22 días después), Arroyo, 30 años, terminó segundo clasificado de la carrera, sólo superado por Ivan Basso. Ha portado con dignidad y orgullo los galones del Caisse d'Epargne y la maglia rosa durante seis jornadas. Se ha vaciado en su defensa. La foto junto a su hijo Marcos, en el cajón colocado en el Arena de Verona, supondrá seguro su recuerdo más bonito como ciclista.

En la última contrarreloj, de 15 kilómetros, contaba con una ventaja de 1:41 respecto a Nibali y 1:42 sobre Scarponi. Pese a marcar un tiempo discreto, el segundo puesto del talaverano nunca peligró. Finalmente acabó tercero Vincenzo Nibali, lo que ratificó la supremacía de los hombres del Liquigas durante toda la ronda: colaron dos corredores en el podio, y al joven Kiserlovski dentro del top-ten. Carlos Sastre, tras su tercera posición de 2009, ha caído en este 2010 hasta la octava plaza. Las dudas que le generaba su preparación antes del inicio de la prueba se fueron confirmando desde la primera semana.

Ivan Basso, varesino de 32 años, se convirtió en el primer ciclista que ha ganado una gran vuelta antes y después de una sanción por dopaje. Ya lucía en su palmarés el Giro de 2006, temporada en la que fue cazado como cliente de Eufemiano Fuentes en la Operación Puerto. Sin embargo, nunca admitió haberse dopado. Tras "cuatro años de infierno personal y profesional", Basso dice haber vuelto por el buen camino. En su proceso de redención, ha conquistado una de las Corsas Rosas más emocionantes y espectaculares de la historia. Con David Arroyo sólo un peldaño por debajo de él.