Arroyo está a sólo 15 km de terminar segundo

Como era de esperar tras un día tan duro como el del Mortirolo, los capos del Giro no sudaron en balde. El temido Gavia quedó en nada, ya que no se produjeron ataques ni subiendo, ni bajando. Liquigas controló para la maglia rosa, Ivan Basso, mientras que los que tenían el podio prácticamente perdido gastaron sus últimos cartuchos. Vinokourov y Sastre, quienes no dieron un relevo en condiciones a Arroyo en Aprica, lo probaron sin suerte desde lejos. También lo hizo Evans en Legno Tonale. Igual las fuerzas iban justitas, pero, con intereses comunes, ninguno ayudó al talaverano.

¿Qué habría pasado si Arroyo se marcha con Vinokourov en vez de esperar a Sastre, Evans y Gadret? ¿Y si hubieran colaborado con él? Quizá seguiría líder a falta de la última contrarreloj de hoy. Sin embargo, Arroyo se ha vaciado en la defensa de la maglia y el podio. El segundo peldaño está casi asegurado, con 1:41 de ventaja respecto a Nibali y 1:42 sobre Scarponi. Y Liquigas y Basso han demostrado ser los más fuertes de la carrera.

La etapa la ganó el suizo Johann Tschopp, último superviviente de la fuga de la jornada. Tschopp demostró su hambre de gloria cuando se llevó los 5.000 euritos de pasar primero por el Gavia, por delante de Simoni. Le dio igual que Gibo, doble campeón de la Corsa Rosa, se retire al acabar la crono de Verona: quería asegurar un premio. David Arroyo se encuentra a tan sólo 15 km del suyo: terminar segundo en uno de los Giros de Italia más espectaculares que se recuerdan.