Ciclismo | 90ª Volta a Catalunya
"Lo que diga Contador en Astaná va a misa"
Pereiro detalla la vida del equipo-milagro de 2010
Un ciclista vestido de amarillo asoma por el hall del hotel. Es Óscar Pereiro, ganador del Tour de 2006, y co-équipier de Alberto Contador en este Astaná de capital kazajo, que en noviembre de 2009 era un imposible y que en esta primavera luce mejor cara. "Aquí lo que diga Alberto va a misa", apunta el gallego.
El equipo-milagro viste ropa de calle de marca (Aeronautica Militare), maillots de Nalini y bicicletas Specialized. La tropa está esperando la nueva cabra de contrarreloj (ya homologada por la UCI tras los retoques en el tubo oblicuo del cuadro que va del eje del pedalier al manillar), que ya sí tienen Contador y Vinokourov, líder del otro Astaná. "Si Contador está aquí es por Vino", dice Óscar.
Pereiro y sus compañeros preparan la etapa de la Volta a Catalunya en un viejo autobús. El del año pasado era otro, de Johan Bruyneel, que se llevó todos los contratos para el RadioShack de Armstrong. Eran suyos: el camión, el acuerdo con la ropa, las bicis Trek se fueron con Lance... En un tiempo récord, los responsables del Astaná han tenido que encargar un camión para las bicicletas y los mecánicos, un autobús nuevo, alquilar otro... "Nos tratan como generales". Ya no van en Volvo sino en Renault. "Sabemos que quizá falta algún corredor de calidad para completar, pero los que estamos sabemos a lo que hemos venido. Queremos ganar el Tour con él". Y Óscar espera estar ahí. "No fallaré. Ahí estarán Alberto y ocho más".
Pereiro se declara "sorprendido" por haber encontrado en él a un "campeón que agradece mucho el esfuerzo de los compañeros, serio y centrado en carrera".