Fran Contador
"Alberto sabe aguantar la presión, pero le afecta"
Fran Contador (Pinto, 1979) es el hermano de Alberto. "Nos han confundido un montón de veces". Está a su lado en este Tour de Francia, como representante, mozo de espadas, amigo inseparable. Su fan número uno.
Aquí está usted en el Tour en plena vorágine.
Quién nos lo iba a decir cuando salíamos juntos a rodar por Pinto hace diez años.
Alberto era un niño
Yo no tanto. Con 18 años tomé la decisión de seguir con los estudios en vez de pasar a ser neo-profesional Me decanté por la Universidad. Soy ingeniero técnico en electrónica industrial.
Alberto prefería la carretera.
Mi amigo Jesús y yo salimos con él un día. Se nos puso a rueda. Íbamos muy fuertes y él, con una badana hecha por mi madre en la hombrera y un chándal hinchado Me dejó. Suerte que no lo vio mucha gente (se ríe).
¿Qué pensaba Alberto cuando debía marcharse de casa para correr en el Iberdrola?
Siempre lo tuvo clarísimo. Él quería ser ciclista, pero si no le habría gustado ser veterinario.
¿De qué corredor era él?
En casa éramos de Indurain porque arrasaba en el Tour que veíamos cada tarde del mes de julio, y luego de Óscar Freire, por aquel primer Mundial de Verona que ganó, nos llevamos una sorpresa y pegamos un salto. Fue emocionante.
Con el tiempo llegó la caída en la Vuelta a Asturias de 2004 provocada por una enfermedad cerebral hereditaria.
Qué días aquellos Cuando le diagnosticaron el cavernoma no sólo pensé que no volvería a subirse a una bici, sino que se nos moría. Eso, la enfermedad de nuestro hermano Raúl Nos unió mucho más a toda la familia.
¿Y qué hace aquí?
Cuando Alberto ganó el Tour en 2007 decidimos que me encargara de filtrar un poco todos sus compromisos, las entrevistas Yo era el responsable de calidad de una empresa y pude aguantar el tirón. Pero al vencer en el Giro (2008) ya me fue imposible compaginarlo y convenimos en que me iba a encargar de sus asuntos.
¿Cómo es él?
Alberto Contador tiene madurez, aguante, paciencia A la gente hay que cuidarla. A mí me superaría
¿Cómo lleva la polémica con Armstrong, Astaná, el liderato del Tour y del equipo?
Sabe afrontar la presión pero sí que le afecta. Te crea dudas y sería mejor que no existieran. La carretera va a poner a cada uno en su sitio, pero el equipo es muy importante. Te tiene que ayudar completamente. Un Tour no se puede ganar solo.
¿Lo ganará?
Espero que sí. Está en una situación muy ventajosa.
Algún día le tocará perder.
Sabemos que la exigencia es que gane. Y también que habrá un día en que pierda y seguirá siendo un chico normal.