Ciclismo | Giro de Italia
Sastre gana la etapa reina y se sube al podio del Giro
Su victoria en Monte Petrano le sitúa tercero a 2:19 de Menchov
La afición italiana anda con la mosca tras la oreja. Un año después de que Alberto Contador saltara desde una hamaca de playa hasta el palmarés de ganadores del Giro, otro español, Carlos Sastre, se ha colado en sus siestas. El vencedor del último Tour conquistó ayer la etapa reina en Monte Petrano, en los Apeninos, y ha avanzado dos puestos en la general para subirse al tercer escalón del podio, a 2:19 minutos de la maglia rosa: el ruso afincado en Navarra Denis Menchov.
La distancia es importante, pero con dos llegadas en alto (Blockhaus y Vesubio), Sastre aún tiene chance. Al menos, eso opinaba a media tarde de ayer el 23% de los votantes de un sondeo colgado en la página web de La Gazzetta dello Sport, que pronosticaba que Sastre ganará este Giro. Italia le sitúa por encima de su candidato, Danilo di Luca (21%), y eso que Di Caprio está sólo a 39 segundos de la maglia. Bueno, se me olvida decir que el 45% apuesta por Menchov... Pero eso no tiene mérito, lo vaticinaría cualquiera.
La principal baza de Sastre es que, con 34 años y un Tour en la buchaca, sabe medirse mejor que nadie. Carlos es un ciclista diésel, que crece y crece proporcionalmente al rodaje de su cuentakilómetros. El etapón de ayer era ideal para sus cualidades: 237 kilómetros con tres subidas consecutivas en los últimos 92 km y un puerto final no muy duro, pero que se agarraba en las piernas y en la moral después del palizón apenínico. Y no es que lo diga yo, lo dice Lance Armstrong: "Fue una etapa difícil, quizás la etapa más dura que jamás he hecho, con subidas sin descanso y un calor sofocante".
En estos escenarios, Sastre es el amo. Ya lo demostró el año pasado con el ataque en Alpe d'Huez que le coronó en el Tour. Ayer buscó una jugada parecida con una ofensiva a 5 kilómetros de la cima. A 2,5 km superó a Popovych, aquel sucesor de Armstrong que se quedó sólo en proyecto, y holló la cumbre. El problema es que Monte Petrano es la mitad que Alpe d'Huez en todo. Aún así, el gran favorito en las apuestas iniciales, Leipheimer, se dejó 2:51 minutos, que no fueron más porque Armstrong, que ayer rindió a un buen nivel, le hizo de gregario (por cierto, que tome nota Alberto Contador).