"En muchos entrenamientos soñé con un día como este"

¿Es su día más feliz?

Y tanto. Han sido muchos años de trabajo y sufrimiento. Muchos entrenamientos soñando en que algún día llegara una victoria como esta. Y ha sido un dos por uno. Mis grandes objetivos en esta Vuelta eran ganar una etapa y meterme entre los quince primeros de la general y con la ventaja que hemos sacado en esta también lo he conseguido. Con el triunfo en la Vuelta a Turquía y esto, ya puedo dar por cerrada la temporada.

Victoria histórica además, la primera del Xacobeo en la Vuelta.

Cierto. Es una alegría más. Yo estuve ocho años en Portugal hasta que Álvaro Pino me rescató y me dio esta oportunidad. La he podido aprovechar y corresponderle.

¿Cuál fue la clave de su triunfo en Ponferrada?

Varias. Hace un mes estuve entrenándome por esta zona y conocía perfectamente la etapa. La tenía marcada desde Granada. Sabía que el repecho del Lombillo, aunque no era puntuable, iba a hacer mucho daño. Y así fue, quedamos por delante los cuatro más fuertes de la escapada. Arroyo no quería colaborar y entre Gárate y yo fuimos arrancando hasta que conseguí destacarme.

Al principio no pilló la escapada.

Salté desde el pelotón porque no podía dejar escapar el tren. Iba con Tiralongo y éste no tenía mucha fe, así que fui yo el que tuvo que hacer el desgaste. Pensaba que si el pelotón había ya parado, los de delante tenían que aflojar tarde o temprano. Pero estuve treinta kilómetros hasta que logré alcanzarles. Temía que el esfuerzo pasara factura.