"No entiendo que Valverde no me diera ningún relevo"

A la Vuelta le vendría muy bien una polémica como aquella que protagonizaron Bahamontes y Loroño en la edición de 1957. Pero está difícil. Contador, Valverde y sumemos también a Sastre, no sólo se guardan respeto, son amigos. Y más desde que coincidieron con la Selección en los Juegos de Pekín. "Parecían una panda de colegas, no paraban de hacerse bromas", contó Dani Sánchez tras hacerles a los tres, y a Freire, una foto en la cabina del AVE que les llevó desde Toledo a Lérida.

Ayer hubo motivos suficientes para que saltara el roce. Contador se giró hasta diez veces para pedirle a Valverde que le ayudara en los relevos. "Si Alejandro hubiera colaborado quizás podríamos haber cogido a Moncoutie o, por lo menos, habríamos sacado más ventaja a Sastre. Era una estupenda oportunidad para los dos. Pero siempre ha ido a rueda". Al ver que no le ayudaba, Contador, contrariado, ralentizó su ritmo varias veces. Al final, Carlos Sastre perdió sólo cinco segundos.

Poker.

Seguro que por dentro pensaría otras cosas más fuertes, pero en la meta, ante la prensa y con sonrisa de poker, Contador dijo: "Cada uno hace su carrera. Yo no lo entiendo muy bien porque los dos habríamos salido beneficiados. Pero no estoy enfadado. Él sabrá cuál es su estrategia y por qué lo hace".

Valverde se excusaba: "No podía relevarle, bastante tenía con seguirle. Contador ha subido muy fuerte. Hubo momentos en que íbamos a 35 kilómetros por hora en plena subida. Sólo pensaba que en algún momento tenía que aflojar, no se puede subir así. Luego en el llano sí le he dado algún relevo". No se vio. La única vez que Valverde estuvo delante de Contador fue a cien metros de meta, cuando apretó para ganarle la bonificación.

Contador se pegó una buena paliza para la poca renta que sacó. Pero él nunca se arrepiente, al menos en público. "Todo el mundo ha hecho un gran esfuerzo en esta etapa. Yo ya estoy recuperado. No ha sido mucha la diferencia que he logrado, pero hasta he ganado segundos en las dos metas de montaña a las que hemos llegado y eso siempre es importante".

Alejandro Valverde, que el sábado estuvo a punto de despedirse de la Vuelta, se sentía renacido. "Se ha demostrado que tenía razón cuando dije que si me quedé en La Rabassa no fue por falta de fuerzas, sino por un desfallecimiento. Esta vez no he tenido problemas. No ha llovido, sino que hemos tenido sol en el viaje, la etapa ha sido más corta y yo me he sentido bien, totalmente recuperado a pesar de lo mal que lo pasé. En Pla de Beret he vuelto a estar con los mejores en la escalada".