Cancellara arrasó en los dos últimos kilómetros

Fabian Cancellara (Berna, Suiza) cumplió 27 años el pasado martes. Ese día se regaló la clasificación general de la Tirreno-Adriático. No satisfecho, ayer se dio un homenaje con la Milán-San Remo, su segundo monumento tras la París-Roubaix de 2006. Una semana para enmarcar.

Freire y Cancellara partían como los grandes favoritos al triunfo en la Classicissima. Si la prueba concluía en volata, el hombre a vigilar era el español. En cambio, si se producían escaramuzas en los últimos kilómetros, la rueda buena era la del suizo. Sus rivales estaban sobre aviso, pero nadie pudo seguir al doble campeón del mundo de contrarreloj cuando arrancó a falta de dos km. Es una bestia: recorrió la distancia que quedaba hasta meta con la misma potencia que desarrolla en las cronos. Íñigo Landaluze, en su intento de sorprender al grupo que se seleccionó en el Poggio, ejerció de lanzador de Cancellara con su acelerón previo. Óscar Freire no se metió en el sprint y acabó octavo, el mejor puesto de un velocista en Lungomare Italo Calvino, la llegada que este año ha sustituido a la tradicional Via Roma, que se encuentra en obras.

La carrera la dinamitó Bettini en la cota de la Cipressa, a unos 30 km del final. Con él se fueron Lokvist, Axelsson, Savoldelli y Rebellin, pero fueron cazados en el Poggio. Allí lo probó sin suerte Gilbert, ya que sólo pudo ser tercero. El segundo fue para Pozzato.

Freire "Cancellara fue imparable"

El ataque de Cancellara a falta de kilómetro y medio resultó imparable. Yo tenía depositadas mis esperanzas en que la prueba se decidiera al sprint, pero con el ataque de Fabian ha sido imposible que nos la jugáramos los velocistas".