Para rematar, Málaga
La extenuante semana del Barça concluye en el Martín Carpena (19:00 horas, ‘DAZN’), donde tocará vaciarse por el 0-2 en ACB. El Unicaja, invicto desde la Supercopa.
Por si fuera poco tras Belgrado y especialmente la apartada Dubái, con 12.000 kilómetros que ya pican, el Barça se autoimpone un esfuerzo más en Málaga, el destino final de una ruta asfixiante. Pero es el marco actual en el que confluyen los equipos de Euroliga, aquella letanía del calendario que se la lleva el viento, especialmente para los españoles, con tremendas dificultades también por una Liga Endesa bellísima y a la vez mortal. Y que se lo digan al Barça, que acude al Martín Carpena (19:00 horas, DAZN) con alguna necesidad tras ese 0-2 silencioso en ACB, opacado por la Euroliga (3-2). Tuvo su calado la derrota ante Lleida en el Palau porque hay que recuperar terreno desde ya. Sería un mal presagio volver a recordar al Barça de la 24/25, el que se extravió en otoño (ocho derrotas en la primera vuelta) y caminó al borde del abismo en la clasificación para la Copa.
Con dos versiones tan opuestas, la firmeza ante el Maccabi y la descolorida mostrada en Dubái, al Barça se le implora estabilizar esos picos y encontrar un suelo competitivo del que, por ahora, no hay rastro en la etapa Peñarroya. Con esa pretensión, Clyburn y Shengelia aportan garantías y se van posicionando como los jefes. El Barça necesitará una buena versión colectiva para ganar en Málaga. Punter no estuvo fino en Dubái (0/6 en tiros), aunque sigue ajustando ese modo killer, y el del Bronx le tiene tomada la medida al Carpena: allí firmó su mejor partido como azulgrana, con aquellos 37 puntos en los cuartos de final del playoff que no bastaron para acceder a semifinales. Peñarroya tendrá que descartar a un extracomunitario entre Clyburn, Miles Norris o Myles Cale, y queda la incógnita de si seguirá el joven Sayon Keita, pívot maliense titular en los dos partidos de Euroliga y que ha dejado destellos de proyecto potente. El cuerpo pide, y quizá también el de Peñarroya, que continúe esa secuencia. Se espera además la reaparición de Laprovittola, ya recuperado casi por completo de sus problemas en el aductor.
“El Barça es mejor que el año pasado”, señaló Ibon Navarro en la previa. Una entelequia que el Unicaja se acerque a su antecesor, a de los cuatro títulos, pero en ese bonito proceso está el equipo malagueño, reorganizando su espina dorsal tras varias salidas en verano, sobre todo las de Taylor, Osetkowski y Tyson Carter a Euroliga, este último afectado por una embolia pulmonar cuando brillaba en Estrella Roja. Habla de la dimensión de las salidas, pero es un proyecto que divisa mantener ese escalafón con los fichajes, especialmente el dominicano Chris Duarte, con una adaptación a la particular filosofía malagueña que va despacio. “Seguir molestando a los grandes”, como dice el presidente Antonio Jesús López Nieto.
Cayó en la Supercopa ante Valencia Basket, incluso dándole más problemas que el Madrid en la final, y desde entonces ha ganado todo. Bilbao Basket y una buena segunda parte para ganar en Gran Canaria (72-81), e invicto en BCL, su competición, claramente marcada, donde aspira al three-peat. Viene de imponerse al Karditsa (55-72), donde es originario el pívot griego Giannis Bourousis (pabellón a su nombre) con un viaje de vuelta complejo, pero llega en buena condición el equipo de Ibon, en cuanto a salud sobre todo y ese gen competitivo que permanece en ese vestuario. “No tenemos el baloncesto para competir al Barça ahora mismo”, a su manera el vitoriano. El que acude necesitado es el Barça.
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