NBA | In-Season 2024 | Lakers 93 - Thunder 101
LeBron se queda sin fuerzas
Los Thunder ganan por inercia a unos Lakers que cometieron demasiados errores groseros cuando tenían el triunfo todavía a tiro.
Será difícil que los Lakers den con una tecla verdaderamente mágica antes del cierre de mercado. Al menos, si alguien cree que este proyecto, el que lideran LeBron James y Anthony Davis (el campeón en 2020) tiene dentro un último asalto serio a la cima de la NBA. Hay demasiados escalones que saltar, demasiado que arreglar como para pensar en que todo pueda ser cuestión de zas, un par de conejos de la chistera en un mercado en el que, además, nadie se lo va a poner fácil a un equipo tan obviamente necesitado. Pero lo que hacen los buenos despachos, los ejecutivos con ánimo y visión es precisamente eso: conseguir que pasen cosas. No es tanto comprar y vender como conseguir, adivinar, convencer.
Además, cada partido que se pierde con sensación de impotencia y frustración, cada vez que LeBron da verdaderos síntomas de estar, ahora sí, a un paso de inevitable final, en esos despachos se armarán, suponemos, de razones para mantener su política de no hacer absolutamente nada. Que, ya se sabe, es hacer mucho: como en el invierno pasado y este verano, los Lakers pueden optar por mirar para otro lado, navegar entre rumores sin mover un dedo, esperar a que se consuma este equipo sin perder sus escasas primeras rondas de draft, que vaya usted a saber qué pretende hacer en el futuro con ellas Rob Pelinka. Pero ese es el trampantojo actual con las construcciones, las deconstrucciones y las reconstrucciones: siempre hay un futuro que vender, siempre hay un debate, estúpido o recurrente, que alimentar. Y bien porque el que viva de eso, porque si de lo que se trata es de mirar al presente…
Los Lakers están hechos para ser frustrantes. Porque no son un equipo horrible ni uno muy bueno. Porque no conectan sus puntos fuertes en los mismos partidos, casi nunca: si están bien unos están mal otros, si el ataque brilla la defensa se desmorona y si esta aguanta el tipo el ataque flojea entre pérdidas y esa irritante manía por forzar triples innecesarios, algo que solo debería hacer, ahora mismo, el rookie Dalton Knecht. Hace tiempo que los Lakers no han hecho nada que merezca un golpe de suerte, y sin embargo lo han tenido: es muy sorprendente, incluso vista su edad y sus debilidades defensivas, que Knecht cayera hasta el puesto 17 del draft. Pelinka solo tuvo que descruzar los brazos, algo que le cuesta horrores desde hace demasiado tiempo, para hacer esa selección obvia. Al menos, que tal y como andan las cosas no parece poco, la hizo.
Contra los Thunder (93-101) los Lakers entregaron oficialmente la corona de la NBA Cup, su (modesta) alegría de la temporada pasada. Pero, como eso no pasa de lo anecdótico, demostraron por encima de todo que son eso, frustrantes. Ni muy malos ni especialmente buenos. Ahora están 11-8, cada vez más cerca de ese 50% de victorias que es donde parecen estar espiritualmente más allá de aquel inicio brillante, ya lejano y brevemente engañoso. Si no hacen nada en el mercado no aspirarán ni siquiera a wildcard, opción alternativa en el Oeste. Pero mientras, entre una cosas y otras, podrían sumar algunas victorias de prestigio y orgullo que se siguen escapando porque sí o porque no. Los Thunder salieron vivos de L.A. sin hacer demasiado (15-4), tirando por debajo del 41% y sin más impulso que la pura inercia. Como están varios pisos por encima de la planta baja que ocupan los angelinos, les bastó.
Los Lakers cometieron muchos errores pequeños rematados por un puñado de errores groseros. Recibieron un 0-6 en los últimos 26 segundos antes del descanso (de 48-45 a 48-51); Y un 0-5 en los instantes finales del tercer cuarto (de 69-66 a 69-71). Y llegaron vivos a un final terrible, en el que parecieron dirigirse de forma tragicómica a la resolución inevitable: dos puntos en casi tres minutos, desde un 91-92 al que siguió un tiro libre fallado por Austin Reaves. Después, el propio Reaves falló otro triple para poner a los Lakers por delante y LeBron uno más antes de una secuencia final ridícula. Con 93-95, Max Christie no sabía que no podía hacer más faltas y cometió alegremente una que mandó a la línea de tiros libres a Shai Gilgeous-Alexander. Después, la última bala fue un saque lateral tras tiempo muerto que Reaves mandó a las manos de Jalen Williams, que sentenció (definitivamente) con un mate a placer.
Shai sentenció en el último cuarto
Tras un primer cuarto tan malo como casi siempre en la retaguardia (24-32), los Lakers ofrecieron una cara notablemente buena en defensa. Al menos, si se atiende a su nivel, normalmente bajísimo. Pero acabaron devorados por la producción de los guards rivales. Quién lo habría imaginado. Un mal habitual, una apuesta obvia si el que está enfrente, además, es un Shai que bailó en los últimos minutos más o menos a su antojo (36 puntos, 7 rebotes, 9 asistencias). No fue desde luego un partido para presumir de los de OKC, pero les bastó con acordarse de que son mejores, con tener ojos para ver las deficiencias de su rival y manos para recoger los regalos que les iban cayendo del cielo.
Knecht (20 puntos, 6/12 en triples, 6 rebotes, 4 asistencias) volvió a ser una noticia excelente para unos Lakers que también contaron con una muy buena versión (como en San Antonio) de D’Angelo Russell (17 puntos, 9 rebotes, 4 triples). Pero lo demás… Reaves buscó sin parar (y sin éxito) el tiro que rescatara su noche (1/9 en triples), el banquillo no puso a ningún jugador que no fuera base o escolta (siguen de baja Vanderbilt, Wood y Hayes), un asunto criminal, el físico da para lo que da y Hachimura tiene problemas para encontrar su sitio (esto se repite casi una y otra vez en su carrera, por cierto) en esta versión de quinteto que ha introducido a Knecht como teórico escolta.
Pero el problema definitivo, se podría decir que el clavo en el ataúd si el ataúd no llevara tanto tiempo lleno de clavos, es que Anthony Davis se queda corto en ataque de tanto trabajar por cuatro (o por los cinco) en defensa (15 puntos, 12 rebotes, 7 asistencias, 4 tapones); Y, sobre todo, que empieza a ser obvio que LeBron James está a unas semanas de cumplir 40 años y que han pasado más de 21 desde su debut en la NBA. Todavía puede ser el mejor jugador en la pista, pero cada vez le cuesta más ser simplemente notable, brillante. Esta vez se quedó en 12 puntos con 13 tiros, un 0/4 en triples y varias pérdidas horribles (5 en total), algunas en momentos cruciales.
Ya no se puede contar, aunque a veces siga pasando, con que LeBron aparezca cuando se le necesita, en la resolución de últimos cuartos como este. Su final está siendo extraordinario, como todo en su legendaria carrera, pero por fin parece exactamente eso: un final. Si se añade todo lo que tendría que hacer y no siempre hace Davis, la fórmula ya no es ganadora y empieza a parecer agotada definitivamente, incapaz de reagruparse para un último baile. Ni siquiera en L.A., a las puertas del dorado Hollywood.
Lo peor, con todo, no es eso. Es que parece que Jeanie Buss, Pelinka y compañía estaban aguardando precisamente esto, que se viera la fecha de caducidad de este equipo para justificar su inmovilismo y su falta de fe del último año y medio. Han esperado tanto para poder decir “¿lo veis?” que cuando pueden hacerlo tienen que callarse porque son, en realidad, los principales responsables de que exista siquiera un “¿lo veis?”. Como mínimo, por no intentarlo. El mayor de los pecados en cualquier franquicia, algo que debería ser anatema en una como los Lakers. Si no fuera porque hace tiempo que los que mandan allí se creen que basta con ser los Lakers cuando la realidad es que eso fue, y por eso tantas décadas de éxitos y gloria, la meta, el motor. No el punto de partida y la justificación para todo.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.
12
Max Christie
|
3
Anthony Davis
|
28
Rui Hachimura
|
23
LeBron James
|
4
Dalton Knecht
|
10
Christian Koloko
|
20
Maxwell Lewis
|
15
Austin Reaves
|
5
Cam Reddish
|
1
D'Angelo Russell
|
94
Armel Traore
|
7
Gabe Vincent
|
0
Jalen Hood-Schifino
|
41
Quincy Olivari
|
Min | Pts | RT | RO | RD | Ast | Per | Rec | Tap | T1 | T2 | T3 | FR | FC | Val | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
12
Max Christie
|
22 | 8 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 0 | 4/4 | 2/2 | 0/1 | 0 | 2 | 0 | |
3
Anthony Davis
|
37 | 15 | 12 | 2 | 10 | 7 | 1 | 1 | 4 | 5/7 | 5/9 | 0/0 | 0 | 2 | 0 | |
28
Rui Hachimura
|
30 | 8 | 5 | 3 | 2 | 2 | 1 | 1 | 2 | 0/0 | 4/6 | 0/1 | 0 | 1 | 0 | |
23
LeBron James
|
33 | 12 | 8 | 0 | 8 | 6 | 5 | 0 | 0 | 2/2 | 5/9 | 0/4 | 0 | 0 | 0 | |
4
Dalton Knecht
|
33 | 20 | 6 | 1 | 5 | 4 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 1/4 | 6/13 | 0 | 2 | 0 | |
10
Christian Koloko
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
20
Maxwell Lewis
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
15
Austin Reaves
|
29 | 11 | 5 | 1 | 4 | 3 | 5 | 0 | 0 | 4/5 | 2/2 | 1/9 | 0 | 3 | 0 | |
5
Cam Reddish
|
13 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/1 | 0 | 2 | 0 | |
1
D'Angelo Russell
|
25 | 17 | 9 | 0 | 9 | 3 | 4 | 2 | 0 | 1/1 | 2/2 | 4/9 | 0 | 4 | 0 | |
94
Armel Traore
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
7
Gabe Vincent
|
14 | 2 | 1 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/2 | 1/1 | 0/0 | 0 | 2 | 0 | |
0
Jalen Hood-Schifino
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
41
Quincy Olivari
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
15
Branden Carlson
|
5
Luguentz Dort
|
14
Adam Flagler
|
2
Shai Gilgeous-Alexander
|
55
Isaiah Hartenstein
|
11
Isaiah Joe
|
3
Dillon Jones
|
25
Ajay Mitchell
|
22
Cason Wallace
|
21
Aaron Wiggins
|
8
Jalen Williams
|
34
Kenrich Williams
|
88
Alex Ducas
|
Min | Pts | RT | RO | RD | Ast | Per | Rec | Tap | T1 | T2 | T3 | FR | FC | Val | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
15
Branden Carlson
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
5
Luguentz Dort
|
24 | 14 | 2 | 2 | 0 | 2 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 1/3 | 4/5 | 0 | 5 | 0 | |
14
Adam Flagler
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
2
Shai Gilgeous-Alexander
|
36 | 36 | 6 | 3 | 3 | 9 | 3 | 2 | 1 | 7/8 | 10/18 | 3/10 | 0 | 3 | 0 | |
55
Isaiah Hartenstein
|
36 | 11 | 18 | 3 | 15 | 5 | 2 | 1 | 1 | 3/4 | 4/7 | 0/0 | 0 | 2 | 0 | |
11
Isaiah Joe
|
24 | 3 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 2 | 0 | 0/0 | 0/1 | 1/7 | 0 | 0 | 0 | |
3
Dillon Jones
|
4 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/1 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
25
Ajay Mitchell
|
17 | 4 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 0 | 1/2 | 0/0 | 1/3 | 0 | 1 | 0 | |
22
Cason Wallace
|
31 | 2 | 5 | 5 | 0 | 2 | 0 | 2 | 1 | 0/0 | 1/2 | 0/3 | 0 | 2 | 0 | |
21
Aaron Wiggins
|
18 | 7 | 7 | 1 | 6 | 0 | 0 | 1 | 0 | 0/0 | 2/5 | 1/4 | 0 | 0 | 0 | |
8
Jalen Williams
|
33 | 19 | 4 | 0 | 4 | 2 | 3 | 2 | 0 | 1/2 | 6/14 | 2/5 | 0 | 3 | 0 | |
34
Kenrich Williams
|
12 | 5 | 5 | 1 | 4 | 0 | 0 | 1 | 0 | 0/0 | 1/2 | 1/3 | 0 | 1 | 0 | |
88
Alex Ducas
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |