La NCAA pesca en la cantera del Real Madrid
Henri Veesaar (18 años y 2,11 metros) ha dejado el equipo blanco tras tres años en las categorías inferiores para jugar en los Arizona Wildcats.
El baloncesto estadounidense se vuelve a cruzar con el Real Madrid y la cantera. Henri Veesaar (18 años y 2,11 metros) ha dejado las categorías inferiores del club blanco para jugar en los Arizona Wildcats de la NCAA. “Creo en la filosofía (del entrenador) Tommy Lloyd y en cómo entrena. Desde hace algún tiempo he pensado en jugar al baloncesto universitario y creo que Arizona encaja perfectamente para dar el salto entre el deporte juvenil y el profesional”.
El pívot estonio cierra así tres años en las categorías inferiores del club blanco y con el que ganó la Euroliga júnior la temporada 2020-21 y con el que ha promediado 9,1 puntos y 5,6 rebotes para 13,4 de valoración en los nueve partidos disputados en Europa en esta última campaña entre la fase de clasificación de Liubliana (Eslovenia) y el torneo final en Belgrado (Serbia). El Madrid acabó su segundo de su grupo con un balance de 2-1 solo superado por el Mega Mozzart serbio, que finalmente se llevó el cetro continental.
Veessar tiene una excelente movilidad a pesar de sus 211 centímetros y ha mejorado en su lanzamiento desde el perímetro. Muestra una progresión prometedora en el manejo del balón y buena habilidad para pasar y proteger el aro. Un ramillete de cualidades de las que ha dejado muestras en las diferentes competiciones continentales que ha disputado con su país: el Europeo Sub-16, en el que jugó con 15 años, fue su puerta de entrada al Madrid. Se convirtió en el jugador más joven en debutar con Estonia con solo 17 años durante las Ventanas de clasificación para el Mundial de 2023: fue ante Alemania en noviembre de 2021.
Esta no es la única salida de la cantera del Madrid a la NCAA este año. El alero español Baba Miller, uno de los mejores de su generación a nivel europeo, probará suerte en la Universidad de Florida State para jugar allí con los Seminoles. Miller llevaba en el Madrid desde 2016 y ha pasado de jugar de base y escolta a, después de su crecimiento y colocarse ahora en 2,08 metros, hacerlo como alero. Con el Madrid ya había debutado como miembro de la primera plantilla en aquella heroica victoria de la pasada Navidad contra el CSKA. “Europa es un lugar para competir, no para mejorar. En Estados Unidos vas a mejorar en entrenamientos y sesiones individuales si al final no juegas, algo que no pasa aquí en Europa”, explicaba el jugador a ESPN.