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Doncic, un monstruo que amenaza todos los récords

NBA | MAVERICKS 103 - JAZZ 100

Doncic, un monstruo que amenaza todos los récords

Trabajada victoria de los Mavs ante unos bravos Jazz que estuvieron en el partido hasta el final. Doncic, tocado por una varita, sigue batiendo récords.

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Luka Doncic no para. De batir récords, de hacer historia, de coleccionar cadáveres y de asegurarse un sitio en el Olimpo del baloncesto. De ganar partidos, meter puntos, coger rebotes y repartir asistencias. De ser un jugador absolutamente generacional, un referente de su país y otro de la NBA en general, y de los Mavericks en particular. La trascendencia histórica de una estrella semejante, si no tiene lesiones graves, puede ser mayor que la de muchas grandes leyendas de la mejor Liga del mundo. Y lo que es mejor: es en estos momentos totalmente inimaginable. Nadie sabe dónde está el techo de un jugador casado con el triple-doble, capaz de hacer cifras de anotación extraordinarias, números de videojuegos y actuaciones de escándalo. Y así podríamos seguir sin cansarnos, aunque cada vez es más difícil encontrar adjetivos nuevos para definir semejante talento.

Los Mavericks ganaron a los Jazz en un partido serio, luchado, trabajado, decidido al final y, otra vez, con Doncic como gran protagonista: el esloveno se fue a 33 puntos, 5 rebotes y 11 asistencias. Y esos datos dan para mucho: es el primer jugador desde la 1962-63 en anotar 30 o más puntos en todos y cada uno de sus siete primeros partidos de temporada. El último que lo hizo fue Wilt Chamberlain, que repitió la gesta en la 1959-60, mismo año en el que lo consiguió el otro participante de dicho récordc: Jack Twyman (1959-1960). Además, Doncic es el primer jugador de la historia en acumular más de 250 puntos, más de 50 rebotes y más de 50 asistencias en sus primeros siete partidos de temporada. Y ante los Jazz, al descanso, llevaba (además de 3 faltas, con las que acabó el choque) 18 puntos y 7 asistencias... en 17 minutos. En fin: sin comentarios.

El partido fue duro para los Mavericks: los Jazz empezaron volando (23-35 al final del primer cuarto), llegaron a ir 15 arriba en la primera mitad, todavía llevaban el liderato al descanso (47-50), e incluso aumentaban la diferencia con 12 minutos para la conclusión (74-78). El equipo de Jason Kidd tuvo que apretar en defensa para frenar a sus rivales, más cómodos con partidos de más puntos y uno de los equipos más sorprendentes de la temporada (6-3 en la Conferencia Oeste y a pesar de encarar una teórica reconstrucción). Ahí, los Jazz no están tan cómodos, con enfrentamientos a pocos puntos y yendo al límite de lo físico en la defensa. Un triple de Josh Green dio la delantera a los Mavs, que veían la luz, a menos de 8 minutos para el final. La ventaja máxima de los locales llegó a ser de 6 hasta en 5 ocasiones a partir de ahí... pero no pasó de esa distancia y los Jazz hicieron un sobreesfuerzo y se pusieron a solo 2 puntos (100-98) tras canasta de Lauri Markkanen. Los Mavs tiraron ahí de sangre fría, movieron bien el balón y habilitaron a Reggie Bullock, que sentenció desde la esquina. Una postrera canasta de Collin Sexton no valió más que para poner el resultado final (103-100). El intento de forzar la prórroga de Jordan Clarkson no tuvo éxito y la victoria fue para los Mavericks.

Doncic no estuvo, claro, solo. Pero tampoco excesivamente bien acompañado: los puntos se concentraron de Christian Wood (21+10), y Speencer Dinwiddie (20+4+5, con 4 robos), pero hubo poca participación del resto y solo Dwight Powell dio energía desde el banquillo (9+5). Es más, el postrero triple de Bullock fue su primera canasta convertida del partido. Ahí, con Doncic demasiado solo, los Mavs sufren y se ha demostrado. Los Jazz, muy bien entrenados por Will Hardy, jugaron como es habitual en ellos, sacando réditos de su momento de locura y haciendo de la anarquía un sistema. Todos tiran, todos aportan y Mike Conley aporta la cordura que necesita la plantilla. El base se fue a 11 puntos y 8 asistencias, Clarkson a 22+8, Sexton a 19 tantos, Jarred Vanderbilt a 15+6+3 y Markkanen, más apagado esta vez en lo referente a la estadística, a 14+7. De una forma u otra, insuficiente ante Luka Doncic. Un monstruo que amenaza todos los récords.