Desafíos de Doncic en su sexto año

Luka Doncic comienza el 25 de octubre en San Antonio su sexta temporada en la NBA. Ante nada menos que el nuevo unicornio del baloncesto mundial, Victor Wembanyama. Un título que en su día lo llevó él. Ahora ya no es un unicornio porque hace tiempo que ya está considerado como una de las megaestrellas de la Liga. Ha acabado en el mejor quinteto los últimos cuatro cursos y el año pasado su camiseta fue la quinta más vendida de todas.

Pero todo esto no es suficiente para un jugador que ha declarado en varias ocasiones que no soporta perder. Y las finales de conferencia de 2022, que perdieron 4-1 contra los Warriors, cada vez quedan más lejos. Entre sus desafíos seguro que estará, en el plano individual, será optar hasta el final al MVP. Siempre empieza entre los favoritos pero se le suelen hacer largas las temporadas. Su forma física, uno de sus puntos flacos, será clave para lograr este objetivo.

Pero ser MVP no depende únicamente de ti. También necesitas que el desempeño del equipo sea, cuando menos, notable. Y aquí entran los desafíos del grupo. Tras un final de temporada horrible, en el que se quedaron fuera de playoffs, y después de lograr la renovación de Kyrie Irving, los Mavs están obligados deportivamente a volver a las eliminatorias por el título. Tengan o no plantilla para ello, con dos jugadores como Doncic e Irving en el equipo no pueden pensar en otra cosa. Para ello se han reforzado por fuera (Seth Curry) y, sobre todo, por dentro (los rookies Lively y Prosper, Grant Williams). Sorprendió Jason Kidd en los amistosos en Abu Dabi ante los Minnesota Timberwolves colocando de inicio (en el primero de los dos partidos) a los dos novatos juntos. No es habitual que un equipo que aspira a estar en playoffs salga con dos jugadores sin experiencia en el quinteto titular. También ha sido una sorpresa, que en este caso ha repetido en los dos amistosos ante los Wolves, la posición de Grant Williams. Juega de alero, para poner todavía más músculo a la defensa interior y en la lucha por el rebote.

Aunque la clave para lograr cosas importantes estará seguramente en la mezcla de Doncic con Irving. En las pocas semanas que coincidieron la temporada pasada parece que se llevaron bien en lo personal. En lo deportivo, aunque ambos tuvieron buenos momentos, no lograron que esas rachas de juego coincidieran en el tiempo. Cuando uno jugaba bien el otro se quedaba a un lado, y viceversa. Ahora Kidd tiene toda la pretemporada para trabajar y que la dupla de estrellas no sean 1+1. Sean 2.

Porque otra mala temporada de los Mavericks puede hacer que el esloveno mire opciones más allá de Dallas. No sería la primera vez que un estrella con contrato en vigor (a Doncic le quedarás tres años firmados en verano de 2024, el último con opción de jugador) pide el traspaso si ve que el proyecto no avanza. Y los Mavs, ahora mismo, corren el riesgo de dar esa imagen de estancamiento. Por eso la temporada que va a empezar es más que importante para ellos. Puede ser crítica para su futuro.

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