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NBA

Como Kobe con Pau: Tatum ve a Porzingis como llave para que Boston gane la NBA

Jayson Tatum menciona el fichaje de Pau Gasol por los Lakers para ayudar a Kobe Bryant a ganar la NBA comparándolo con sus Boston Celtics.

Actualizado a
Jayson Tatum -
SARAH STIERAFP

Los Celtics miran por encima del hombro a los demás equipos de la NBA esta temporada. La franquicia verde es el líder de la Conferencia Este con holgura y teniendo a rivales como Bucks, Heat o 76ers -e incluso los Knicks este año- que ponen difícil esas primeras posiciones. Son equipo a batir. El puesto al creen que siempre han pertenecido. Sin reconstruir de forma agresiva, por la presión de tener detrás semejante legado (17 títulos), han formado un conjunto de jóvenes que fueron madurando al mismo tiempo y del que sólo Marcus Smart se vio obligado a escapar (fue traspasado a los Grizzlies el pasado verano) porque no cabían todos en el roster. Después de llegar a las Finales de 2022 y que la situación se pudriera por el despido en diferido de Ime Udoka, ahora entrenador de Houston Rockets, se han conseguido estabilizar en lo más alto de la mano de Joe Mazzulla, un técnico sophomore en su encargo como jefe de un banquillo de la NBA, y no pueden tener en el punto de mira otra cosa que el Larry O’Brien. Desde 2008 no lo catan. Y ahora que los Jays, Tatum y Brown, han alcanzado un nivel de autocomprensión y desarrollo baloncestístico que será fácil de desunir, los esfuerzos se han centrado en adaptarles la plantilla para ser eso: el rival más fuerte que alguien se pueda encontrar. Al Horford, con su ida y venida, es un seguro; se han añadido perfiles interesantes para el banquillo, por dentro con Kornet o Brissett o por fuera con Hauser o Pritchard; Derrick White y Jrue Holiday han puesto dos puntos más de calidad en la zona exterior. Pero veían que les faltaba alguien.

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En Washington estaba pagando penas un letón que en su día fue la sensación de la Liga. El pívot Kristaps Porzingis había salido de los Mavericks, donde no se entendió con Luka Doncic, por la puerta de atrás. Y ahí andaba, haciendo estadísticas mientras recuperaba su cuerpo tras tanto percance físico en un cuerpo castigado. Estaba para más porque las aspiraciones de los Wizards en los últimos años se reduce a la mínima expresión. Los Celtics le rescataron aun siendo en beneficio propio.

El traspaso implicaba que Smart, riñón, pulmón y corazón de esos Celtics de Brad Stevens (que siguen siendo suyos, ahora es el presidente), se iba. Lo vieron necesario porque ganaban a un Porzingis al que consideran la llave de esta nueva intentona por el título. Porzee arrastra una player option de 36 millones de dólares que está cobrando esta temporada y que muchos equipos veían como un peaje muy alto a pagar, pero convino con los Celtics que renovaría en unas condiciones menos perniciosas para hacer que el acuerdo valiera la pena y retenerle durante unos años (2 más, 60 millones). La apuesta era decidida.

En Boston tienen la ilusión de las grandes ocasiones a pesar de que estamos sólo en la fase regular de la competición. Miami se lo recordó en una serie fascinante el año pasado: esto se decide en primavera. Pero teniendo las herramientas adecuadas estás en mejor posición, evidentemente. La producción ofensiva de Porzingis continuó siendo valiosa después de la grave lesión de rodilla que sufrió en Nueva York, aunque con diferentes ajustes con Doncic que le descentraron.

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Ramona Shelburne ha buceado en este tema para ESPN y se ha encontrado con un paralelismo interesantes dados los resortes históricos de la NBA: los Celtics se han fijado en los Lakers. Por lo menos así lo expresa su mejor jugador, Jayson Tatum, mirando precisamente a lo que ocurrió en 2008, el último año en el que los verdes ganaron el campeonato. Pero no para ejemplificarlo con los suyos, sino con los otros. “Kobe [Bryant] necesitaba a Pau [Gasol] en esos dos campeonatos que ganaron juntos. Y sea cual sea el camino en el que estemos estos chicos y yo sentimos que K.P. [Kristaps Porzingis] era la pieza que nos faltaba”, dice Tatum. Los Lakers realizaron un traspaso con los Grizzlies para llevarse a Gasol, aunque no lograron ganar el primer año porque allí estaban los Celtics (el big-three Garnett-Pierce-Allen más Rondo y la dirección de Rivers) para evitarlo; sí triunfaron en 2009 y 2010. A eso se refiere Tatum: Pau abrió la puerta con su llave. Pretenden que Porzingis, que el año pasado obtuvo su segundo mejor porcentaje de tiro de tres (38,5%), cumpla esa función: intimidación cerca del aro, cambiando tiros, juego al triple, en los dos postes y para finalizar abajo según se requiera, etc. Ni siquiera las dudas sobre el letón, tanto en carácter como a nivel físico, les frenaron a la hora de ir a ficharle. “Soy un gran creyente de que hay que dejar crecer, mejorar a chicos de 22 ó 24 años, sea cual sea la narrativa que haya sobre ellos. Me lo dice el asistente Jay Larrañaga: ‘Si no tratamos de mejorar, dejaremos de ser buenos’. Nos hemos arriesgado”, admite Stevens.

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