NBA | MAVERICKS 111 - PELICANS 106
Alarma Doncic: exhibición con lesión
Doncic llevaba 31 puntos en 22 minutos cuando se lesionó del tendón derecho y tuvo que salir del partido. Los Mavs ganan, pero quedan preocupados.
Iba camino de ser otra auténtica exhibición, pero al final se quedó a medias. A algo más de 7 minutos para el final del tercer cuarto, Luka Doncic penetró a canasta y se encontró con Jonas Valanciunas, pero fue Brandon Ingram el que le puso un tapón por detrás que los árbitros señalaron en primera instancia como falta. El esloveno se llevó rápidamente la mano al tobillo derecho, miró a su entrenador, Jason Kidd, y sacudió la cabeza en señal de negación. Los árbitros pararon el partido para consultar el Instant Replay y dieron por legal el tapón de Ingram, pero poco o nada le importaba a la gente, pendiente de su héroe caído. Doncic intentó saltar a pista después del tiempo muerto, pero el dolor era insostenible y tuvo que poner rumbo a los vestuarios. De momento, no se ha informado de nada grave: “Veremos cómo se siente mañana y así podremos informar”, dijo Kidd en rueda de prensa.
La nota oficial de la baja de Doncic emitida por los Mavericks señala una “contusión en el talón derecho”, pero no da más detalles. La peligrosidad de la zona es de sobra conocida y Doncic ya tuvo problemas en la rodilla izquierda ante los Suns, cuando solo pudo jugar 3 minutos en Arizona antes de tener que abandonar el choque. Ahora, vuelve a sufrir el tren inferior, aunque en la otra pierna y en una zona más alejada, pero igual de peligrosa. Un revés que a los Mavs, al revés que en Phoenix, donde controlaron muy bien la baja de su estrella, casi les cuesta el partido. La dependencia que tienen de Doncic es objetiva e indefendible y el resultado, que era de 81-55 cuando el esloveno se tuvo que retirar del partido, acabó en un 111-106. Y los Pelicans, tocados y prácticamente hundidos entonces, emergieron y se llegaron a colocar a sólo 3 puntos (109-106) a 10 segundos para el final. Amenazaron con la remontada, pero no llegaron a tener oportunidad real de conseguirla. Aun así, malo para los Mavs.
El camino a una nueva exhibición estaba más que asegurado: los números de Doncic eran de 31 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias en menos de 23 minutos, muy bien distribuidos gracias a la sólida (o eso parecía) ventaja con la que contaban los Mavs, que empezaron envalentonados (40-22 al final del primer cuarto), y volaban al descanso (70-43), En el último cuarto sin Doncic se quedaron en 16 tiros, el contraste a una noche de victoria agridulce que en el lado texano contó también con Dorian Finney-Smith (13+7+4), 21 puntos de Spencer Dinwiddie (pero 4 de 19 en tiros) y 15 de Josh Green. Doncic, por cierto, lanzó por encima del 63% en tiros de campo (12 de 19) y los Mavs tuvieron un +17 con él en pista, además de hundirse en su ausencia. Una vez más, un motivo para preocuparse para un equipo que sigue sin Maxi Klebber y también cuenta con la baja de Christian Wood, complicándose mucho cada vez que Doncic no está y carente de un plan b que, con Jalen Brunson, sí que tenían el año pasado.
Los Pelicans, que no se merecieron ganar pero se quedaron muy cerca de hacerlo, tuvieron un poco de todo: 26+9+7 de Brandon Ingram, 16+13 (con 9 rebotes ofensivos) de Jonas Valanciunas, 19+4+8 de CJ McCollum, 11 de Naji Marshall o 10+12 de Larry Nance Jr., entre otras aportaciones. Pero siguen con una plantilla muy corta y demasiado marcada por las lesiones, especialmente la de un Zion Williamson cuyo físico es demasiado volátil. Willy Hernangómez volvió a no jugar traas disfrutar de unos pocos minutos en la derrota ante los Nuggets y sigue esperando cambiar de aires y disfrutar de más tiempo en pista antes de que el 9 de febrero cierre el mercado de fichajes. Y, en medio de todo eso, la NBA en general y los Mavericks en particular aguantan la respiración y esperan que la lesión de Luka Doncic sea sólo un susto (hay opciones de que así sea) y no una barbarie que nos prive del talento de semejante jugador generacional. Veremos.