Una España global

Lorenzo Brown será el undécimo nacionalizado que juega con España, pero el primero que lo haga sin tener un lazo previo con nuestro país. Clifford Luyk ostenta el honor de ser el primer extranjero que debutó con la Selección. Obtuvo el pasaporte en 1965, pero su estreno no llegó hasta noviembre de 1966, en el Preeuropeo de Finlandia. Luyk llegó a España de la mano de Pedro Ferrándiz y aunque su estancia aquí iba a durar solo un año, cumplirá pronto 60. Se casó con una española (la Miss Europa Paquita Torres), se asentó en Madrid y se convirtió en el jugador más laureado en la historia del club blanco con seis Copas de Europa, 14 Ligas y 10 Copas.

Luyk coincidió en la Selección con otro estadounidense, Wayne Brabender, que se nacionalizó en 1968 para poder jugar. En su primer año en el Real Madrid, disputó sólo partidos europeos porque Miles Aiken era el extranjero del equipo en competiciones nacionales. Plata en el Eurobasket de Barcelona 73, como Luyk, fue el MVP en aquel torneo.

Por aquellos tiempos, la FIBA no restringía el número de nacionalizados y llegaron a coincidir tres. Aparte de Brabender, en la primera mitad de los 80 también estuvieron el argentino Juan Domingo de la Cruz y el dominicano Chicho Sibilio. Lagarto de la Cruz era hijo y nieto de españoles. Llegó a España, al Barça, en 1975 y debutó con la Selección en 1977. Ganó la plata europea en Nantes 83 y la olímpica en Los Ángeles 84. En la cita californiana no estuvo Sibilio (renunció), que obtuvo el pasaporte en 1977, pero tuvo que esperar tres años para poder debutar. Lo hizo en los Juegos de Moscú, en 1980.

Más tarde llegó Chechu Biriukov. Su madre, Clara Aguirregabiria, era natural de Ortuella (Vizcaya), pero emigró a Rusia, como muchos niños y niñas vascos, durante la Guerra Civil. El base, que brilló en el Dinamo de Moscú e incluso jugó con la extinta URSS algún amistoso, llegó al Madrid con 20 años y pidió el pasaporte. Tres años después de obtenerlo, en 1988, estaba debutando con España (Preeuropeo de Yugoslavia) con la que disputó los Juegos de Barcelona 92.

En los 90 estuvo Mike Smith, un neoyorquino que participó en dos Europeos (1995 y 1997) y que hizo carrera en la ACB. Llegó a Málaga en 1986 para ayudar al Mayoral Maristas a ascender y también jugó en el Joventut, el Madrid, el Caja San Fernando y el Lucentum Alicante.

Ibaka y Mirotic, los últimos

Ya en el 2000, Johnny Rogers, un ala-pívot californiano afincado en Valencia, dejó a Pau Gasol sin Juegos de Sydney. Lolo Sainz, que había coincidido con él en el Madrid, decidió llevarlo a la cita olímpica en vez de al de Sant Boi. Un año después, Chuck Kornegay compartiría debut con Pau Gasol en el Eurobasket de 2001. El pívot se había casado con una española, pero su matrimonio no cumplió los dos años.

Los últimos casos han sido lo de Serge Ibaka y Nikola Mirotic. El hispano-congoleño obtuvo el pasaporte en 2011 en un acto en el que José Blanco, por entonces portavoz del Gobierno, le llamó Ikea. El pívot, que jugaba ya en la NBA, había pasado tres años en España entre L’Hospitalet y Manresa. Disputó con España el Eurobasket de 2011 (oro), los Juegos de Londres en 2012 (plata) y el Mundial de 2014. Su relevo en la Selección lo tomó Mirotic, nacido en Podgorica (Montenegro) y que antes de debutar con España se colgó dos medallas con la Sub-20. Mirotic logró el oro europeo en 2015 y el bronce olímpico en Río 2016.