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CANTERA

Un presente más gris para los Júnior de Oro 2.0

Un año después de colgarse el oro mundial Sub-19, el camino de Izan Almansa, Rafa Villar, Baba Miller... es bien distinto al de los Gasol, Navarro, Reyes y compañía.

La Selección Sub-19, campeona del mundo en 2023.
Milad Payami

Los Júnior de Oro 2.0 afrontan su futuro un año después de colgarse el oro mundial Sub-19 en Debrecen (Hungría). Una generación dorada, pero que está viviendo muchas dificultades para hacerse un hueco en la élite del baloncesto. Izan Almansa fue el MVP de este torneo y con unas previsiones en el draft que le colocaban en segunda ronda, el ala-pívot murciano decidió esperar y marcharse a Australia, donde pretende seguir los pasos de Alexandre Sarr, su compañero en la cantera del Real Madrid y en el Team Overtime (una especie de club de alta rendimiento para jugadores entre 16 y 18 años). El francés, número dos del draft, jugará en Washington Wizards tras reforzar el pasado curso a los Perth Wildcats, el mismo equipo por el que ha apostado Almansa la próxima temporada.

Un salto, espera, del baloncesto australiano a la NBA, aunque otros jugadores de estos Júnior de Oro 2.0 también esperan acabar en la mejor liga del mundo, aunque sea por otros caminos. Es el caso de Baba Miller, que dejó el Real Madrid para marcharse a la NCAA, la liga universitaria estadounidense, y este curso estrenará equipo (Florida Atlantic) después de que su segundo año en los Seminoles de Florida State no fuera el esperado: 7,8 puntos, 5,1 rebotes y 1,4 asistencias en 33 partidos en los que estuvo en cancha una media de 9,4 minutos.

Otro camino posible, y similar a la idea previa de Almansa, que jugó la temporada pasada en la G-League con Ignite, es el que ha tomado Isaac Nogués. El base, canterano de la Penya, ha sido elegido en el draft internacional de la Liga de Desarrollo norteamericana por los Rip City Remix, el equipo asociado a Portland Trail Blazers.

En España permanecen la mayoría. Lucas Langarita, de la generación de Izan Almansa, es el que más asentado está en el baloncesto de nuestro país. El escolta debutó con el Casademont Zaragoza en la temporada 2022-23 y el curso pasado disputó 29 partidos de la Liga Endesa: 2,9 puntos en algo más de once minutos en pista. Sergio de Larrea, el otro campeón del mundo nacido en 2005, continuará este curso también en el Valencia Basket, donde suma dos partidos de ACB en las dos temporadas previas. Y también podremos disfrutar de Rafa Villar en la élite del baloncesto nacional. El base, que llegó a disputar tres partidos con el Barça en la 2022-23, se ha desvinculado del equipo azulgrana y jugará en el Lleida, recién ascendido.

Al Tizona de Primera FEB (antigua LEB Oro) ha llegado cedido Jordi Rodríguez, dentro del quinteto ideal de ese torneo y que el curso pasado disputó 15 partidos con el Joventut (1,8 puntos en ocho minutos). El Betis ha recuperado a David Gómez, tras su cesión la temporada pasada al Ciudad de Huelva; Luis García ha cambiado Almansa por Tarragona y tanto Álex Moreno como Victory Onuetu intentan hacerse un hueco en el primer equipo en el Zaragoza y Obradoiro, respectivamente. En el Cartagena, en ‘Tercera División’, sigue el hermano de Usman Garuba, Sediq Garuba.

Pero, a estas alturas, ¿cómo estaban los Júnior de Oro originales? Ocho de los doce campeones del mundo en Lisboa jugaban ya en la ACB. La temporada 2000-01 fue el curso previo a que Pau Gasol diera el salto a la NBA (número tres del del draft) tras proclamarse MVP de la Copa. El pívot de Sant Boi, que había debutado con el Barça en enero de 1999, disputó esa campaña 39 partidos en los que promedió 12,4 puntos en 25 minutos en pista. El curso anterior fueron 38 encuentros, con 13 minutos y 3,9 puntos de media. Su compañero Juan Carlos Navarro también estaba asentado (y con protagonismo) en el Barça. Él había debutado un poco antes en el equipo azulgrana (noviembre de 1997) y sus números eran similares a los de Gasol: 12,1 tantos y 22 minutos en 41 partidos.

Los Junior de Oro celebran el oro logrado en Lisboa, en el Mundial Sub-19 de 1999.
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Los Junior de Oro celebran el oro logrado en Lisboa, en el Mundial Sub-19 de 1999.TIAGO PETINGAEFE

En el Unicaja estaban Berni Rodríguez (6,4 tantos en 22 minutos y 41 partidos), Carlos Cabezas (6,4 en 15 y 31) y Germán Gabriel (2,7 en 9 y tres partidos). Los dos primeros debutaron con el primer equipo tras colgarse el oro mundial y Germán Gabriel lo había hecho la temporada anterior. Felipe Reyes tenía peso en el Estudiantes (tras ganar el oro conquistó la Copa de Vitoria en el 2000) con 10,4 puntos en 18 minutos en pista y 34 partidos y Raúl López fue uno de los fichajes del Real Madrid en ese curso. El base, que disputó su primer partido ACB con el Joventut en el cierre de la temporada 1997-98 (10 puntos en 18 minutos ante el Caja San Fernando), promedió con el equipo blanco 7,7 puntos y 2,4 asistencias en 43 partidos (21 minutos en pista).

Allí, en el Real Madrid, estaba Antonio Bueno, aunque se pasó varios años cedido. Tras Navarro, el pívot madrileño fue el que debutó antes en la Liga Endesa: lo hizo en enero de 1998, antes de proclamarse campeón de Europa en Varna y del mundo, en Lisboa. Bueno estuvo cedido en Fuenlabrada la temporada posterior al título mundial y en Ourense, la siguiente. En la 2000-01 disputó 26 encuentros con el equipo gallego y promedió 6,4 tantos en 16 minutos.

Por lo tanto, la situación entre los dos equipos es bien distinta. Mientras Gasol, Navarro, Reyes y compañía tenían peso y rol en sus equipos, los Almansa, Miller, Villar y compañía intentan encontrar un sitio un año después de convertirse en la segunda generación de campeones del mundo Sub-19. Un camino con muchos más baches.

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