Movistar Estudiantes: la lucha por la Copa y el campeonato de invierno

Hace poco más de tres semanas, el futuro del Movistar Estudiantes era negro tras la derrota en el Movistar Academy Magariños frente al Leyma Coruña. El San Pablo Burgos podía dar un zarpazo a la clasificación: si ganaba en San Sebastián, al Guuk Gipzukoa, pondrían dos victorias de por medio con los colegiales… a la espera de un duelo directo en el Coliseum, a donde los ramireños viajaban sin el sancionado Michael Carrera y el lesionado Francis Alonso.

23 días después y a falta de una jornada para cerrar la primera vuelta de la LEB Oro, el cielo se ha despejado para el Estu. Es líder de Segunda y puede proclamarse campeón de invierno tras asaltar Burgos y aprovechar la derrota del San Pablo en el derbi ante el Tizona. Una posición de privilegio que desde el club dan la importancia justa con los precedentes en la mano. En el debut en la categoría cerró primero la primera vuelta con un balance calcado a estar alturas (13-3 antes de afrontar el último partido) y que no sirvió al acabar el curso: ni subieron de manera directa, honor que recayó en el Covirán Granada, ni en el playoff al caer en la final frente al Bàsquet Girona de Marc Gasol en Fontajau.

“¿Qué relevancia le doy? Mucha... y nada. Es importante porque refleja que se están haciendo las cosas bien y que tenemos mucha ambición. Y nada porque esto es larguísimo. Lo que hay tener es tranquilidad y seguir sumando todos los días. Estamos contentos porque está bien estar arriba porque es para lo que hemos venido, pero sin más”, aseguró Pedro Rivero, entrenador estudiantil, tras la abultada victoria contra el Ourense el pasado domingo (97-56). El segoviano conoce bien la categoría y sus carambolas: la pasada temporada, fue campeón de invierno con el Zunder Palencia con una primera vuelta de récord (16-1) que no les dio al final el ascenso directo a la Liga Endesa. Los castellanos tuvieron que esperar al playoff para cumplir su sueño de alcanzar la élite.

La lucha por la Copa Princesa

Lo que no se le escapó a Rivero fue la Copa Princesa, que conquistó ante el MoraBanc Andorra. Un trofeo que puede repetir este año con el Estudiantes. Los colegiales tienen en su mano participar por un título que ya alzaron en 2022. Solo una hecatombe les dejaría fuera… y sin ser anfitriones. Una victoria contra el Gipuzkoa este viernes (21:00 horas, LaLiga+), les aseguraría todo, ser campeones de invierno y anfitriones de la Copa. Una pista, el Angulas Aguinaga Arena, que se le ha dado muy bien los madrileños en LEB: dos visitas, dos victorias. Aunque este GBC es un renacido GBC. Fuerte en el juego interior con un genial Ivan Aurrecoechea (11,5 puntos y 7,6 rebotes para 16,3 de valoración del exestudiantil), cuentan con un reemplazo de lujo para Jaworski en la figura de Michael Barcello. El estadounidense (25 años y 1,88 m) es el máximo anotador de la LEB Oro con 19,6 tantos de media y el más valorado (22,3). Un rival de altura para el mejor partido de la jornada.

Incluso una derrota les valdría para ambas cosas… aunque apretaría todo mucho en la cabeza de la clasificación. Los estudiantiles están 13-3 con un +213 en el basketaverage general. Es una victoria más (14-4) y un 52 puntos (+161) más que el Burgos, segundo en la tabla. El Leyma Coruña, tercero, y el GBC, cuarto, tienen el mismo balance que los castellanos y un -63 (150) y un -96 (117), respectivamente, en el average con respecto a los ramireños. El Tizona Burgos (5º) y el Valladolid (6º) tiene aún opciones de acudir a la Copa, pero no de jugar en casa. Ambos están 11-5 en la clasificación con un average de +89 y +26, respectivamente. Estos seis equipos sabrán su destino este mismo viernes en una jornada unificada para los aspirantes a las 21:00 horas.

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