Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Baloncesto

Los tesoros de Scariolo

El seleccionador despide 2024 con AS abriendo las puertas de su ‘Hall of Fame’ particular en Marbella: “Un lugar para ordenar los recuerdos” .

Sergio Scariolo posa en su museo personal.
Mariano PozoDiarioAS

En unos días especialmente emotivos y delicados para él por el fallecimiento de su madre, Angelina Caia, Sergio Scariolo tuvo la gentileza de mantener una cita con AS y abrir las puertas de su pequeña guarida secreta, un Hall of Fame de recuerdos que colecciona en su casa de Marbella, en la que estos días se acumulan las emociones. “Siempre tuvo una capacidad de trabajo, de sabiduría, de poso, de saber tomar decisiones en frío, de reflexionar y cambiar de opinión si era necesario. Su sentido de responsabilidad. Ese carisma, ese liderazgo que inspiraba... todo eso deja”, recuerda a su madre el seleccionador español de baloncesto.

“Recuerdos ordenados, situaciones. Las personas y los momentos”. Eso es, precisamente, este museo personal que Sergio Scariolo ha construido modestamente. La bombilla se le encendió hace unos años en San Antonio. “Fui a cenar a la casa de Tony Parker. Tenía los anillos de la NBA, el Eurobasket de 2013. Salí de allí convencido de que podía hacerlo”. Scariolo tenía el sitio. Un espacio diáfano bajo la pista de pádel que se construyó en su casa de Marbella para sus ratos libres. Un museo que, estos días que tiene más presente que nunca a sus allegados por motivos obvios, también es un espacio familiar. “Eso lo tuve claro desde el principio. Blanca ha tenido una carrera espectacular, Alessandro es profesional; y Carlota también tocó mucho deporte”. Scariolo evoca una fotografía que no está en el museo pero que tiene un gran valor sentimental para él. “Están Blanca, Alessandro y Carlota con una camiseta naranja de la EBG (Escuela de Baloncesto de Los Guindos). Los tres rubios. Y Alessandro y Carlota, con los números 3 y 2, correspondientes a los años que tenían cuando empezaron a hacer deporte. Un bonito recuerdo porque, para nuestra familia, el deporte ha sido siempre una manera de vivir, y una manera sana de aprender”.

Scariolo con el anillo de campeón de la NBA y el balón del primer partido que ganó como 'head coach' de Toronto Raptors.
Ampliar
Scariolo con el anillo de campeón de la NBA y el balón del primer partido que ganó como 'head coach' de Toronto Raptors.Mariano PozoDiarioAS

El Hall of Fame tiene un aparte en el centro de la sala. Es la Isla NBA. Allí, Sergio Scariolo ha colocado el histórico anillo que conquistó como asistente de Nick Nurse en 2019. También donde, siempre con los Toronto Raptors, ganó su primer partido como head coach de la franquicia canadiense. Paradójicamente, en el Amalie Arena de Tampa. “Más que el hecho en sí, fue cómo lo celebraron. Kyle Lowry, el capitán, me entregó el balón con mucho cariño. Y con una gran solemnidad. Luego, me lo requisaron y lo enviaron a la empresa que los personaliza, y que le pone ese barniz blanco”.

Como no podía ser de otra manera, la Selección es la espina dorsal del Hall of Fame Scariolo. Su palmarés es sencillamente desbordante. Los cuatro oros en el Eurobasket le convierten en el segundo mejor entrenador de la historia del baloncesto de selecciones, sólo por detrás de Alexander Gomelski, que acumuló siete con una Unión Soviética que, por motivos obvios de geopolítica, tuvo menos rivales por el camino. Aquí está también, por supuesto el oro del Mundial de 2019. Un viaje inolvidable por China que empezó en el torneo amistoso de Ningbó, siguió en Guangzhou, Wuhan y Shanghái; y terminó en Pekín, con el “icónico”, resume Scariolo, partido contra Australia; y la final contra Argentina. “Con mucho, los recuerdos de aquel Mundial se van a la final. Una reunión oceánica con los entrenadores. Y, ya en el post del partido, una conversación con Sergio Hernández, otra con Kobe. Y un momento con Ricky. Si me concentro y sigo pensando, podría recordar momentos de las victorias contra Italia, Serbia…”.

Sergio Scariolo no visita mucho su museo, apenas lo ve de fondo cuando baja a machacarse al gimnasio. No es ese tipo de persona. A sus 63 años, y como él mismo explica, es “alguien que mira mucho más a lo que viene”. Porque, como el italiano avisa: “Veo esta sala como un ciclo abierto. No es un cierre de nada. Hay capítulos para escribir”. El museo, por tanto, es susceptible de ampliación. Para logros. O para cosas aparentemente sin valor material pero con un tremendo peso sentimental. “Guardo el acta del partido que jugamos con el Scavolini ante los Knicks de Ewing (supuso, por cierto, la inauguración del Sant Jordi), y el que ganamos con el Unicaja a los Memphis Grizzlies (de Pau Gasol)”.

Scariolo, con una réplica de uno de los trofeos que ha ganado con la Selección española.
Ampliar
Scariolo, con una réplica de uno de los trofeos que ha ganado con la Selección española.Mariano PozoDiarioAS

Antes de cerrar la puerta del Hall of Fame, Scariolo hace balance de un 2024 que, por motivos obvios, siempre va a estar ya en su cabeza. “Ha sido un año de lucha, de muchísima lucha, de mucho ir y venir a Italia para acompañar a mi madre todo lo que fuera posible. Un año con momentos bonitos como la clasificación para los Juegos, pero en el que ha habido que bajar al barro y sobrevivir para poder compaginar el alto nivel deportivo con hacer miles de millas de viaje. Pero eso también me hace pensar y sentir que estoy con la energía y la motivación de seguir haciéndolo bien. Siempre he montado mi vida con esa visión, la de hacer bien las cosas que están en mi esfera”, cuenta alguien que se ha ido “preparando” para un momento duro, pero que a partir de ahora tiene una motivación más. “Pudo disfrutar de sus nietos como mi padre no pudo, siempre habían estado pegados y supo reponerse… Mi madre me inspira mucho orgullo”.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.

Normas