Los Szczerbiak, dos generaciones de baloncesto
Juan Escudero y Walter Szczerbiak han escrito un libro sobre la historia del jugador, uno de los grandes del Real Madrid de los 70, y de su hijo Wally.
Juan Escudero, un autor ya clásico de libros de baloncesto con una decena de publicaciones, se ha aliado con Walter Szczerbiak, unos de los mejores jugadores de la historia del Real Madrid y de la Liga española, que aún conserva el récord de anotación de la competición (65 puntos en 1976, antes de la línea de tres puntos), para escribir un libro sobre la carrera del jugador y la de su hijo Wally, que nació en Madrid en 1977 y completó una muy buena trayectoria en la NBA entre 1999 y 2009. El prólogo corre a cargo de Julius Erving, el legendario Doctor J, y el epílogo es de Carmelo Cabrera, un base de una habilidad diabólica que coincidió con Walter en el Madrid.
La obra ilustrada es de la editorial Galobart y narra en primera persona la trayectoria de dos grandísimos jugadores de dos generaciones distintas. Un padre y un hijo que dejaron huella. El baloncesto como entretenimiento y deporte ha experimentado un cambio radical desde la década de los 70 y no son tantos lo nombres de aquella época que han perdurado en el tiempo. Uno de ellos es Walter Szczerbiak. Aquel alero americano de origen ucraniano y apellido impronunciable llegó en el verano de 1973 a Madrid casi sin saber muy bien a qué se iba a enfrentar, y con la complicada misión de aportar un extra a un conjunto ya de por sí dominador en el panorama español y con él que acabaría levantando tres Copas de Europa.
Walter Robert Szczerbiak, Wally en el ámbito familiar y deportivo, pertenecía a otra escuela de baloncesto y sus características diferían ligeramente a las de su padre. Parafraseando al gran Larry Bird en su comparación con Dirk Nowitzki: más alto, más fuerte, más rápido, pero no necesariamente mejor jugador. La genética le ayudó a convertirse en profesional. Nació predestinado para el baloncesto, con unas grandes aptitudes físicas y técnicas.
La vida de Walter Szczerbiak no fue un camino de rosas. Nació en un campo de refugiados de la República Federal de Alemania cuatro años después de finalizar la Segunda Guerra Mundial en el seno de una familia ucraniana y emigró con los suyos a Pittsburgh, Estados Unidos. Allí empezó a interesarse por el baloncesto cuando solo tenía trece años hasta que en 1973, con 24 años recién cumplidos, ficha por el Real Madrid, donde iba a marcar un antes y un después. Luego, una vez retirado, estuvo trabajando para la ACB durante 25 años. Uno de los grandes de nuestro baloncesto, con una marca, esa de los 65 puntos, que continúa sin ser batida casi medio siglo después. Walter & Wally Szczerbiak, dos generaciones de baloncesto.