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Movistar EstudiantesEST
81
Real ValladolidVAD
70
Finalizado

LEB ORO

La autoridad del Movistar Estudiantes

El equipo colegial enlaza su cuarta victoria de la temporada ante el UEMC Valladolid (81-70). Genial la pareja Larsen-Jawara. Pantzar, magnífico en los castellanos.

Sean Smith, pívot del Movistar Estudiantes, realiza un mate ante el UEMC Valladolid.
Sean Smith, pívot del Movistar Estudiantes, realiza un mate ante el UEMC Valladolid.Juan Pelegrin

Era un día difícil, pero el Movistar Estudiantes pasó el examen con nota. Y muy buena ante el UEMC Valladolid, que aterrizaba en el WiZink Center con el mismo balance (3-1) y el mismo récord (tres victorias seguidas) que su rival, pero con un último triunfo excelso, de los que marcan territorio en la competición: +40 (97-57) frente al Força Lleida, el verdugo madrileño en esa infame jornada inaugural de la temporada.

Este domingo, fue el Estu el que dio un buen golpe sobre la mesa (tan bueno como se puede dar con solo cinco partidos disputados, claro) al doblegar por 81-70 a unos castellanos que vivieron a arreones a partir del segundo cuarto, siempre de la mano de un maravilloso Melwin Pantzar. Al canterano del Real Madrid, al que se le queda corta la LEB, fue la tabla de salvación para Paco García junto a Mike Torres.

Pero solo con eso no puedes con estos ramireños. Serios de comienzo, fueron poco a poco soltándose la correa para tener auténticos momentos de diversión a la carrera con Sean Smith volando por el cielo del Palacio. Hasta cuatro mates casi seguidos en la segunda parte hizo el hijo del mítico Charles para levantar a todo el pabellón madrileño. La pareja interior formada por Kevin Larsen (18 puntos y 22 de valoración) y Karamo Jawara (10 tantos y 8 rebotes para 21 de valoración) estuvo de nuevo soberbia. Jorgensen hizo 16 puntos de manera silenciosa y puso la máxima del duelo en el tercer acto (63-47). La discreta actuación de Hughes no se notó.

El encuentro empezó mal. Para ambos. Sin paños calientes: 10 de 28 entre los dos en tiros de campo con un 2 de 11 desde el triple. El Valladolid tardó más de tres minutos en anotar su primera canasta. Larsen y Torres, con 7 puntos cada uno, fueron los únicos en tener algo de acierto. Un dinámica que cayó por el propio ofensivo de ambos. El Estudiantes encontró una vía de entrada desde el triple (4 de 8) y el Valladolid, con Pantzar: 13 de los 20 puntos de su equipo tuvieron su sello… en 9 minutos de fuerza física e inteligencia. El base mantenía a un equipo que ya sufría la gota malaya de su rival (41-34).

Los vestuarios parecieron dar más alas a los castellanos. Se pusieron a cuatro (49-45) con tres tiros libres y un triple de Kuiper y otro de Torres. Los colegiales volvieron del tiempo muerto con otra actitud: agresivos con el manejador del balón y en las líneas de pase, los cambios continuos que mando Javi Rodríguez pillaron a contrapié a los vallisoletanos, que se vieron 16 abajo en tres minutos con Smith rompiendo su aro una y otra vez. Un shock del que se reanimaron, de nuevo, desde el triple (Belemene y Gant). El Estu supo mantener las distancias, el orden y el concierto, para cerrar un triunfo que le eleva a la tercer posición de la LEB Oro. Aunque lo más importante es la imagen, la sensación de que Javi Rodríguez está armando un equipo muy serio… y divertido de ver.