EsloveniaSLO
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PoloniaPOL
105
Finalizado
EuroBasket | Edición 2025 | Grupos | 1ª jornada

Eslovenia se la pega de primeras

Luka Doncic no bastó para hacer competitiva a Eslovenia, que perdió en Katowice el partido inaugural del EuroBasket frente a la local Polonia.

Luka Doncic -
Mike Maestre
Nació en Madrid en 1992. Cursó estudios en Periodismo en la Complutense de Madrid. Entró a AS en 2017 y se zambulló en Baloncesto. Y ahí sigue, entre NBA, ACB, LEB, competiciones internacionales... Ha trabajado, además de aquí, en MARCA, NBAmaniacs, EuroSport, la revista Gigantes o las retransmisiones de Euroliga.
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Esta historia no es como otras más recientes. En una sensación similar a la que tiene España, también perdedora en la primera jornada del Europeo de selecciones, la Eslovenia que se ha presentado al campeonato no tiene nada que ver con la que ganó el mismo hace ocho años ni con la que ha competido en los últimos compromisos. Doncic se ha quedado muy solo al frente de la selección, a la que nunca ha renunciado ni espera tener que hacerlo. Se siente arropado al menos moralmente. Visita, incluso, de su familia estadounidense: Rob Pelinka, mánager general; Jeanie Buss, dueña hasta fechas recientes; el consultor Rambis, su padre Sasa, etc. Ahora en los Lakers, el compromiso nacional se mantiene. Pero el equipo no responde a lo que él aporta como individuo.

Nebo y Cancar, a los que el Milán ha vetado la participación, están en casa. Los Dragic son pasado. Algunos pequeños ejemplos. 2017 queda muy lejos. Por adjetivar, insuficiente son los 34 puntos con los que Luka ha terminado este compromiso. 36 minutos de juego, un par de descansos, casi un doble-doble, tensión competitiva pero derrota pese a todo.

Polonia se mantuvo en una línea paciente, analizando los puntos flacos de los eslovenos desde el primer momento hasta que en la segunda parte dio el estacazo. Y con fuerza. De ése no se recuperaron los de Sekulic, que cuando encadenaban malos ataques se iban perdiendo en batallas inocuas.

Mateusz Ponitka (23 puntos) pegó primero, arrastrando la anotación en los minutos iniciales, y Jordan Loyd (32 puntos) remató la faena, haciendo que el público del pabellón se volviera loco.

Eslovenia se encontró a gusto, incluso en los momentos de asueto de su megaestrella, durante los primeros dos cuartos. Luka empezó a desquiciarse con la defensa de Sokolowski y la permisividad arbitral, en acciones puntuales sin ninguna razón, hasta llegar a su orilla, el tercer acto de la noche.

Los locales, que en la manga de inauguración ya habían encestado 29 tantos, endosaron un 23-33 rotundo a los adversarios del minuto 20 al 30. Sonaba a demasiado. Porque además lo hicieron invirtiendo espacio en jugadores de segunda fila, como Olejniczak y Zolnierewicz, precisamente el defecto con el que cuentan los eslovenos. El fondo de armario hizo la diferencia.

Nueve en rotación. Jurkovic, Padjen y Scuka, de miranda. Doncic, a pesar del exhausto trabajo físico que ha protagonizado en los dos últimos meses para transformar su cuerpo en una máquina de aniquilar, descansó únicamente cuatro minutos. Es lo que había que hacer. No hay, sin embargo, apoyo suficiente.

El conjunto que agradecía el favor del público en el Spodek Arena, más centrado desde un primer momento. Entraban los tiros y castigaban la debilidad en defensa de Eslovenia. Trabajo fino. Laczynski, además, ponía una guinda anotando sobre la bocina que finiquitaba el primer cuarto. El segundo arreón de Loyd, hasta el 33-40 a favor, hacía presagiar que el destino estaba determinado. Pero a esto juega Doncic y hay que tenerle en cuenta en todo momento. Se comprometió con su trabajo. Subía el puntaje y él era el responsable.

Luka encestó un triple para el 46-45, en el que hacía un gesto como si hubiera que asumir que el de Liubliana llevaba el control de lo que ocurría, para poner delante a los suyos. Sólo Laczynski, de nuevo, evitó que al descanso la ventaja fuera eslovena. Ahí se desquició durante un momento en una técnica bien señalada, no tenía razón en la protesta, y a continuación Polonia aprovechó. Entre tiros libres, Ponitka y un Loyd que hizo historia (nadie de este país había anotado tanto, 32, en un EuroBasket desde que lo lograra Zelig ante Checoslovaquia en 1987). +15, la máxima con la que contaron los de Milicic. Supieron salvarla.

El combinado de rojo vio ese margen reducido hasta los siete, nunca más allá, durante el cuarto de cierre en varias ocasiones. Habiendo entrado en los últimos cinco minutos, en los que hasta partidos controlados se pueden ir por el sumidero si no das muestras de templanza y experiencia en los mismos, un 82-89 con dos tiros libres de Doncic dio una pequeña voz de alarma. Pero Loyd, escolta del Mónaco con pasado en el Valencia, dejó en buena su nacionalización. Qué manera de dar la puntilla, y subir el marcador por encima de los cien en su área, y poner del revés a propios y extraños.

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