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SELECCIÓN ESPAÑOLA (M)

El ‘señor de la defensa’ de España

Luis Guil (Sevilla, 1971), segundo de Sergio Scariolo en la Selección, es el guía del aclamado sistema defensivo del combinado español.

El ‘señor de la defensa’ de España

El oro de la Selección en el Eurobasket de este verano dejó muchas imágenes para el recuerdo. La templanza de Lorenzo Brown en ataques claves en las rondas clasificatorias, los triples de Juancho Hernangómez en la final contra Francia, el MVP de Willy Hernangómez… y la presencia y los gritos desde la banda cuanto tocaba ‘bajar el culo atrás’ de Luis Guil, segundo de Sergio Scariolo durante el campeonato y el gran especialista de una defensa que fue hierro puro, prácticamente inexpugnable. Un dolor de cabeza para los rivales, una “imposible de leer” para los contrarios, en palabras de Alberto Díaz, el pelirrojo ejemplar.

“Guil tiene mucha importancia en nuestra defensa. Él es el que se está desgañitando en el banquillo. Tenemos una serie de directrices, pero vas con las pulsaciones muy altas, corriendo para arriba y para abajo, y él es nuestro Pepito Grillo que nos refresca y nos recuerda la defensa que tenemos que hacer. Es un pilar fundamental”, asegura el base de Unicaja del actual entrenador de los Shiga Lakestars de Japón, país donde este sevillano de 51 años lleva desde 2019, y todo un veterano en la FEB con 19 años a su espalda en la institución.

Humilde, Guil se resta méritos y mantienen la línea filosófica de esta Selección: lo importante, el grupo, el colectivo, en definitiva, la Familia. “Es un orgullo que Sergio (Scariolo) tenga confianza en mí. Soy un simple transmisor de lo que él quiere de los jugadores y su idea es que, cuando defendamos, trate de anticiparme y ayudar a los jugadores. Esa es un poco mi función: ser su voz”, asegura a AS un técnico con experiencia en ACB (Fuenlabrada y Zaragoza) y que desde el principio de las Ventanas, en el ya lejano 2017, se puso al servicio del mago de Brescia, del que habla maravillas: “Es el mejor gestor de grupos humanos que he conocido nunca. Sabe dar a cada uno su responsabilidad, su espacio, exigirle para que se sienta participe y busque soluciones. Escucha para luego tomar la mejor decisión posible. Tiene siempre planes A, B, C y D antes de cada partido. Es difícil que algo que pase durante un encuentro no lo tenga controlado”.

Esa capacidad de integración y de controlar el detalle en campeonatos exprés, a vida o muerte, han convertido a España en un equipo imposible, capaz de sorprender con oros como el de Mundial de 2019 y el del Eurobasket de 2022. Cada uno con sus peculiaridades, el cetro mundial con un Ricky Rubio inmenso y el continental con un unión grupal soberbia: “Es muy difícil que en un equipo todos los jugadores estén por encima de su 100% y aquí, en el Eurobasket, el que jugó un minuto, el que fue titular un día y al otro no… todos estuvieron en un momento u otro por encima”, continúa Guil, al que, claro, hay que preguntar por las defensas. Sus defensas.

Adaptación y defensa para ganar títulos

“Estuvimos muy bien en ataque, pero sí que es verdad que conseguimos que los equipos contrarios no se sintieran cómodos en ningún momento durante todo el campeonato. Supimos adaptar nuestra filosofía y nuestra forma de defender para hacer un poco de daño en las virtudes de los rivales”, subraya el técnico, que vio como a última hora todo cambió con la baja de Sergio Llull y la entrada de Alberto Díaz. La solución, transformar la idea inicial para que España se convirtiera en un equipo de guerra de guerrillas. Intenso, duro. Porque todo depende de qué ingredientes tengas para el cocido: “Nosotros no hemos defendido tanto en zona en este Europeo como en otros campeonato. No nos hizo falta tanta 3-2, tanta box and one, defensas diferentes porque muchas veces éramos un equipo muy pequeño con Garuba de ‘cinco’ y Juancho de ‘cuatro’, con otras virtudes que nos permitían hacer más cambios en los bloqueos, más defensa de cambios, más agresivas, a todo campo… Esa fue nuestra virtud”. Es decir: “Adaptarnos un poco a los jugadores que en esos momentos estaban en la Selección”. Adaptación. Defensa. Oro Europeo. Tan fácil. Tan complicado.