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MUNDIAL 2023

Dos novicios en FIBA apuntan al próximo Mundial: Embiid y Banchero

Después de las suspicacias con las nacionalizaciones del EuroBasket, la mira queda puesta en el Mundial de 2023.

Dos novicios en FIBA apuntan al próximo Mundial: Embiid y Banchero
Jesse D. GarrabrantGetty

Pasadas las aguas del EuroBasket el mundo de selecciones en el ámbito de la FIBA mira al verano de 2023. En un escenario multisede se disputará ahí el próximo Mundial, en el que España defenderá la corona conquistada en 2019, y todavía no hay una alineación clara de lo que allí veremos. Finlandia, los anfitriones (Filipinas, Japón, Indonesia) y un puñado de países que tienen encarrilada pero no confirmada la clasificación gracias a las ventanas.

Además de ver en qué estado y con qué equipo se presenta Estados Unidos y otras incógnitas hay que ver cómo afecta la polémica de las nacionalizaciones, arrastrada desde el campeonato europeo por el caso de Lorenzo Brown, que ha vuelto a tomar un cariz de importancia viendo el rendimiento que provoca. Una situación que lleva décadas ocurriendo pero que ha tenido un repunte por un ocasión aislada, no porque no se haga en muchos países sino por lo que la Selección Española representa para el contexto mundial. La número dos de la lista mundial de la FIBA podría contar de nuevo con Brown sin Scariolo lo considera oportuno, ya que su compromiso iba más allá del EuroBasket que acabó en Berlín con el cuarto título continental de los españoles.

Habrá más países que opten por esta vía si analizan que es un camino correcto para llegar más arriba. El Mundial se pondrá en marcha el 25 de agosto del próximo año y el objetivo por derrocar a España será más sencillo cuanto mejores sean los jugadores a los que se enfrenten. Hasta los reticentes, como Lituania o Serbia (Punter, del Partizán, ya se ha ofrecido voluntario), deben valorar el puesto permitido por la FIBA para jugadores naturalizados en sus filas.

Joel Embiid

La situación del pívot de los Sixers parecía ya encauzada una vez se había comprometido con Francia, sobre todo como arma letal en los Juegos de 2024 que se celebran en París. Pero nada más allá de la realidad. Estados Unidos ha entrado en escena. El jugador, originario de Yaundé (Camerún), tiene ahora una doble nacionalidad: la francesa y la estadounidense.

Por residencia ha aceptado también hacerse de este segundo país, donde desarrolla su actividad profesional y ha formado un presente y futuro con su novia brasileña, y es a lo que se agarra USA Basketball una vez que ha mordido el cebo del baloncesto de selecciones. En Francia, donde reside algún miembro de su familia, se cuenta con él para el superequipo que preparan para la cita después de haber completado el proceso de naturalización, como en el otro país, este mismo verano, pero se ha cruzado en la senda el conjunto del que casi todos quieren formar parte. Y, ahora de la mano de Steve Kerr, éstos van con hambre tras el desastre de la Copa del Mundo de China.

Momento para que Joel decida, una vez, hacia qué lado quiere decantar la balanza. Imposible no equiparar su caso, si al final elige a Estados Unidos ante los órganos colegiados de la Federación Internacional, con el de Hakeem Olajuwon, nacido en Nigeria pero miembro de la selección americana en los Juegos que celebraron en 1996 en la local ciudad de Atlanta.

Paolo Banchero

El jugador elegido por los Magic como miembro más selecto de su generación añade otro nombre a la lista de jugadores internacionales con presencia en la liga estadounidense. Añadirá, mejor dicho. El joven de Seattle (Washington) recibió su pasaporte durante los meses más duros de la pandemia, en 2020, y fue convocado para unos partidos que jamás llegó a disputar.

Paolo Napoleón, que así es su nombre completo, es estadounidense y se ha formado en los mejores círculos de la NBA. Pero gracias a los antepasados de Mario, su padre, se ha generado un vínculo con Italia que la selección transalpina pretende aprovechar. Y el chico está por la labor. Descartó su presencia en el anterior EuroBasket pero se apuntó para el Mundial que se celebrará el próximo año. Una delegación del país incluso viajó a América para cerciorarse de que la intención de Banchero sigue intacta. El conjunto de Gianmarco Pozzecco fue una de las sensaciones del último Europeo y se encuentra en el mismo grupo de clasificación que España.

Queda por probarse la calidad de Banchero en el alto nivel, ya que sólo se conoce su intimidante faceta en el rango universitario, pero la ilusión corre por las venas de los aficionados con verle en escuadra azul en su próximo gran compromiso. Su caso se asemeja al de Nico Mannion, sí originario de Italia, aunque existen diferencias. En 2023 uno de ellos vibrará con Italia.