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La nueva chica récord del deporte americano

Caitlin Clark, que será la próxima número del 1 del draft de la WNBA, batió el récord de puntos de la NCAA de Pete Maravich. Indiana Fever será su próximo destino.

IOWA CITY, IOWA- MARCH 3: Guard Caitlin Clark #22 of the Iowa Hawkeyes celebrates after breaking Pete Maravich's all-time NCAA scoring record during the first half against the Ohio State Buckeyes at Carver-Hawkeye Arena on March 3, 2024 in Iowa City, Iowa.   Matthew Holst/Getty Images/AFP (Photo by Matthew Holst / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / Getty Images via AFP)
IOWA CITY, IOWA- MARCH 3: Guard Caitlin Clark #22 of the Iowa Hawkeyes celebrates after breaking Pete Maravich's all-time NCAA scoring record during the first half against the Ohio State Buckeyes at Carver-Hawkeye Arena on March 3, 2024 in Iowa City, Iowa. Matthew Holst/Getty Images/AFP (Photo by Matthew Holst / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / Getty Images via AFP)MATTHEW HOLSTAFP

Pete Maravich llevaba más de medio siglo siendo el máximo anotador en la historia de la NCAA con 3.667 puntos (los logró con los Tigers entre 1967 y 1970). Pero este domingo era el día señalado para que Caitlin Clark lo superase. La escolta de Iowa Hawkeyes estaba a 17 puntos de esta cifra y consiguió alcanzarla antes del descanso de un partido, el último de la temporada regular en Des Moines, que había generado una grandísima expectación en Iowa: los aficionados habían pagado una media de 500 dólares por ver superar este récord y las entradas llegaron hasta los 4.000 dólares en la reventa.

Después de guiar a su equipo a la final de la NCAA la temporada pasada, la escolta espera despedirse del baloncesto universitario con un título en el incipiente March Madness. Porque esta será la última de las cuatro temporadas que ha pasado en la universidad de su Iowa natal. Hace unos días anunció que presentaría al draft y, como no puede ser de otra forma, las Fever se han frotado las manos con su decisión, porque la franquicia de Indiana elegirá primero y se asegura una jugadora que no sólo destaca por su talento, sino también por todo lo que mueve fuera de la cancha.

Caitlin se decidió pronto por el baloncesto, aunque practicó de todo un poco: softball, voleibol, fútbol, tenis, golf... Su poca paciencia en el softball, un deporte que también se le daba realmente bien, hizo que se centrara más más en el baloncesto para desesperación de algún padre. Cuando estaba en Segundo Grado, el equivalente a 2º de Primaria (8-9 años), jugaba en un equipo de chicos porque no había torneo femenino en su categoría; aquel año ganaron el campeonato y uno de los padres del equipo rival se quejó de que una niña jugara en un equipo de niños.

En Sexto Grado (12-13 años) ‘fichó’ por el programa All-Iowa Attack, donde siempre intentó enfrentarse a las mejores. Dos años después jugaba contra estudiantes de último año, algo que llamó la atención de los ojeadores, que la incluyeron como uno de los grandes nombres de su generación. Aunque las grandes universidades intentaron convencerla, el arraigo a su familia hizo que la lista se redujera a tres: Iowa, Iowa State y Notre Dame. Se quedó con la primera.

Una carrera llena de récords

Antes del récord de Maravich, Clark se había convertido ya en la jugadora universitaria con más puntos tras superar a Kelsey Plum. Lo hizo el 15 de febrero con un tiro lejanísimo, desde el logo del centro de la cancha. Aquel día, además, logró también su récord personal con 49 tantos ante Michigan. Otro hito de Plum que también ha batido es el de más partido con 30 o más puntos. Pero sus récords no terminan ahí. El pasado miércoles 28 de febrero alcanzó a Lynette Woodard, que anotó 3.649 puntos con las Kansas Jayhawks, antes de que la NCAA incluyera el baloncesto femenino, y en ese mismo partido también se adjudicó el récord de triples con un 8/14 que amplió la cifra a 156.

La de Des Moines ha sido la primera en la historia en lograr 3.600 puntos, 1.000 asistencias y 850 rebotes en su carrera universitaria y también es pionera en firmar un triple-doble con 40 puntos. El curso pasado, alcanzó la Final Four (la primera para su Universidad desde 1993), tras endosarle 41 puntos, 12 asistencias y 10 rebotes a Louisville.

Canchas llenas, contratos con marcas, audiencias televisivas...

Con una jugadora así en la cancha, los partidos en el Carver-Hawkeye Arena cuelgan día sí y día también el cartel de no hay entradas (en 17 partidos lo ha hecho) y su camiseta ya es la más vendida en la historia del deporte universitario. Pero la expectación por esta jugadora también existe fuera de Iowa: solo dos de los 32 partidos que ha disputado como visitante no se han llenado y fue porque se disputaron en una cancha neutral. Además, congregó a 55.000 espectadores durante la pretemporada, en un partido que se jugó en el estadio de fútbol Kinnick ante la Universidad de DePaul.

MINNEAPOLIS, MINNESOTA - FEBRUARY 28: Caitlin Clark #22 of the Iowa Hawkeyes signs autographs for fans after the game against the Minnesota Golden Gophers at Williams Arena on February 28, 2024 in Minneapolis, Minnesota. The Hawkeyes defeated the Golden Gophers 108-60.   David Berding/Getty Images/AFP (Photo by David Berding / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / Getty Images via AFP)
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MINNEAPOLIS, MINNESOTA - FEBRUARY 28: Caitlin Clark #22 of the Iowa Hawkeyes signs autographs for fans after the game against the Minnesota Golden Gophers at Williams Arena on February 28, 2024 in Minneapolis, Minnesota. The Hawkeyes defeated the Golden Gophers 108-60. David Berding/Getty Images/AFP (Photo by David Berding / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / Getty Images via AFP)DAVID BERDINGAFP

Y de las canchas a la pequeña pantalla. La final del año pasado dobló en audiencia (10 millones de espectadores) el récord anterior (5,3 millones) y un partido disputado el pasado enero, en el que Ohio State cortó la buena racha de las Hawkeyes, tuvo una media de 1,9 espectadores, el mejor dato en temporada regular desde 2010.

Según On3, sus derechos de imagen ya rondan los tres millones de dólares gracias a sus alianzas con marcas como Nike, Gatorade y State Farm. Nike, por ejemplo, tenía preparada para la noche que batió el récord de Kelsey Plum una camiseta en la que se leía “You break it, you own it” (”Lo bates, te pertenece”), y que puso a la venta, bajo reserva a un precio de 35,99 dólares. Y también quiso homenajear a su nueva estrella este domingo con un cartel en un edificio, en el que se ve a Caitlin lanzando un tiro, y otra imagen, a unos cien metros, con una canasta y el lema “This was never a long shot” (“Nunca fue algo improbable”), que juega con las palabras “long shot”, que también se traducen como tiro lejano. El día del récord de Plum, Fanatics puso a la venta unos cromos conmemorativos firmados por la jugadora que se agotaron en diez minutos. La fiebre por Clark ha comenzado: la chica récord, el nuevo fenómeno universitario que pronto será una realidad en la WNBA.

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