Shorts, de gran fichaje a gran problema
El base, uno de los mejores jugadores de la pasada Euroliga, no encuentra por ahora su sitio en un Panathinaikos decepcionante en el que encaja mal con Kendrick Nunn.


“Por ahora y al 90%, estoy disgustado con el nivel que ha tenido con nosotros. Igual es culpa nuestra, igual es suya… pero la realidad es que no es el rendimiento que esperábamos de él”. Así habla Ergin Ataman de T.J. Shorts, el base que llegó del Paris Basketball y que fue el gran fichaje del pasado verano en el mercado europeo. Pero que, por ahora, está siendo un sonoro chasco… aunque queda todavía buena parte de la temporada por delante. El PAO también decepciona: 5-4 en la Euroliga, arrasado en la última jornada por el Estrella Roja, con la rotación de pívots destrozada por las lesiones (ha fichado como emergencia a Kenneth Faried) y sin saber, al menos por ahora, cómo hacer que Shorts y Kendrick Nunn den el mejor nivel juntos en cancha, algo que por ahora es un galimatías porque los dos necesitan mucho protagonismo, tener la bola en las manos y crear las jugadas.
Shorts juega menos de 15 minutos por partido en la Euroliga y está en 6,1 puntos y 2,7 asistencias con un 5,9 de valoración media. Un rendimiento pobrísimo que un jugador como Russ Smith, que ahora cierra su carrera en la segunda división italiana pero que conoce bien al técnico gracias a su pasó por el Galatasaray, cree que será aprovechado por Ataman para centrar las culpas en el base: “Ahí va Ataman. Te destruirá ante los medios si la situación que él ha creado no es la que saca lo mejor de ti. Y luego, para rematarlo, no dejará que el jugador, en este caso Shorts, vaya a otro equipo para tener más minutos”.
Un fichaje que parecía determinante
Aunque mide solo 175 centímetros, Shorts llegó a Atenas este verano con etiqueta de súper fichaje y con un Ataman mucho más feliz que ahora: “Tenemos un equipo excelente. Ha sido así en estos dos últimos años y ahora hemos hecho más fichajes. Vamos a pelear por todos los grandes títulos, hay nuevos pero se adaptarán, el sistema será el de siempre al 90%. Creo que si este Panathinaikos se dividiera en dos equipos, los dos pelearían por estar en la Final Four de la Euroliga”.
Una de las claves de esos buenos presagios, que todavía están a tiempo de cumplirse, era Shorts. Una turbina que en París no paraba de producir: a toda velocidad y siempre incisivo, letal en el juego de bloqueos tanto cuando buscaba sus canastas como cuando asistía sus compañeros.
Este es, desde luego, el último gran salto para el base californiano, uno que por ahora se le está atragantando. Y le llegó en el momento de madurez (27 años) de su carrera, a las puertas de los que tenían que ser sus mejores años de baloncesto. No drafteado en 2019, pasó por Letonia y empezó a escalar en Alemania hasta acabar triunfando en un Telekom Bonn que, con el estilo Lisalo que luego se trasladó París, maravilló en la Basketball Champions League 2023. Shorts abrochó el título con los MVP de la fase regular y la Final Four. Un año después, ya en París, ganó al Eurocup con (otra vez Lisalo porque cambiaron de equipo juntos) un estilo ultra ofensivo y muy vistoso que arrasó al ritmo de Shorts: de nuevo campeón y MVP de la fase regular y la final. También líder en asistencias.
La pasada temporada, en su debut en Euroliga, el Paris llegó a cuartos de final y Shorts fue, de nuevo la principal razón (ahora con Splitter como entrenador): Máximo Asistente, MVP del play in (23 puntos, 9 asistencias y 27 de valoración en el Movistar Arena contra un Real Madrid incapaz de frenar su ritmo endiablado), integrante del Mejor Quinteto… al final, 19 puntos, 7,3 asistencias y 22,8 de valoración media. Además, ganó Copa y Liga en Francia, donde fue MVP las dos últimas temporadas.
En los playoffs, cuando su salto al Panathinaikos ya era un secreto a voces, enlazó actuaciones prodigiosas: en semifinales (3-0 al Bourg) firmó 22 puntos y 9 asistencias sin pérdidas en el primer partido, 34 puntos y 11 asistencias en solo 22 minutos del segundo y 27 y 14 en el tercero. En la final (3-2 al Mónaco) arrancó con 30 puntos y 16 en el último cuarto del 1-0 y 28+ 5 en el 2-0 para cerrar con 27, 10 y 7 rebotes en el quinto definitivo, después de dos triunfos del Mónaco. Una barbaridad... que por ahora no se parece en nada a lo que se está viendo en Atenas, con el Panathinaikos. Pero queda mucha temporada...
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