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SEGAFREDO VIRTUS BOLOGNA

Scariolo: “En Vitoria había muchas ganas de subir al siguiente nivel”

El seleccionador español habló con el podcast ‘The Crossover’, patrocinado por la Euroliga, sobre su etapa en los banquillos de nuestra liga.

Scariolo: “En Vitoria había muchas ganas de subir al siguiente nivel”
Luca SgamellottiGetty

Sergio Scariolo se pasó por el pódcast The Crossover, de una leyenda del baloncesto europeo como Joe Arlauckas, para comentar su etapa en los banquillos en nuestro país, el cambio de juego en el baloncesto moderno y una curiosa anécdota.

El técnico de la selección española señaló lo importante que se dar el salto en el momento correcto al lugar correcto. La liga española, en constante crecimiento, era su objetivo en los banquillos. “Probablemente no había mejor lugar para dar el primer paso fuera de tu país que España, y concretamente Vitoria, donde había mucha energía, mucha ilusión, muchas ganas de subir al siguiente nivel”, comentó Scariolo en la entrevista.

Su etapa en Baskonia, por aquel entonces TAU Cerámica, concluyó con un viaje a la final del campeonato y la Copa del Rey de 1999. Su siguiente paso fue el Real Madrid, donde consiguió el campeonato doméstico en la primera campaña (1999/2000) y alzando el subcampeonato en 2001. El último en la lista fue Unicaja. El técnico italiano aterriza en Málaga en 2003, y termina su etapa en 2008 con una Copa (2005), una Liga (2006) y una plaza en la Final Four de la Euroliga en 2007.

Chus Mateo, Sergio Scariolo y Ángel Jareño, en el banquillo del Real Madrid en la final de Liga ante el Barça en 2000.
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Chus Mateo, Sergio Scariolo y Ángel Jareño, en el banquillo del Real Madrid en la final de Liga ante el Barça en 2000.

En toda su carrera como entrenador, ha tenido que lidiar con vestuarios repletos de estrellas. Sobre cómo controlar el ego y hacer del equipo la primera opción tuvo unas palabras Scariolo. “Tienes que estar realmente disponible para jugar con otros compañeros de equipo, para compartir el balón, porque hoy en día la defensa podrá callar a un egoísta, incluso si es un jugador extremadamente talentoso, mucho más fácil que antes”, explicó a Arlauckas en la entrevista.

“Entonces primero que nada tienes que sentir la voluntad de jugar junto a tus compañeros, de compartir el balón. Y segundo, tienes que compartir la voluntad de jugar a la defensiva”, aclaró el cuatro veces campeón del Eurobasket (2009, 2011, 2015 y 2022) “Esos dos principios no son negociables. Difícilmente podría entrenar a un jugador que no estuviera realmente interesado en esto, comprometido con esto. Luego, todo lo demás puede tener más o menos flexibilidad”, detalló.

Después de tres temporadas con Toronto (2018-2021), Scariolo volvía a su Italia natal para entrenar. “Recuerdo que la noche anterior al día que decidí fue la única noche sin dormir que había tenido en los últimos 20 años, incluso antes o después de un juego. No podía cerrar los ojos todo el tiempo. Y luego, después de tomar la decisión, pensé: ‘Oye, fue una obviedad’”, comentó el técnico.

Ahora, a sus 61 años, y tras ganar la pasada edición de la EuroCup, Scariolo quiere seguir haciendo historia en una Virtus que le recibió con los brazos abiertos desde su llegada.

El seleccionador también repasó en The Crossover su etapa en la NBA como asistente de Nick Nurse en Toronto Raptors, tres años en los que ganó un anillo de campeón, en 2019 y en un equipo en el que estaban Marc Gasol y Serge Ibaka y que lideraba el complicado, por su carácter, Kawhi Leonard, el tremendo alero (cuando lo permiten las lesiones) que nada más proclamarse campeón y MVP de las Finales en Canadá, decidió irse a California, su estado natal, para enrolarse en Los Angeles Clippers.

“Me fui a la NBA para quitarme de encima todos los temas de agentes, medios de comunicación, directivos, aficionados, presión… Querían comprometerme solo con el juego”, asegura el italiano, que insiste en esa introspección para estudiar el baloncesto como un factor clave de su etapa en EE.UU: Quería decir que estaba cansado y que necesitaba sumergirme en el juego al 100%, sin más complicaciones ni factores externos. Solo baloncesto puro. Ir a entrenar, estudiar y analizar los partidos y no tener que dedicar tiempo extra a nada que no fuera el baloncesto. Aprendí mucho, desde dos puntos de vista. Primero, fue un baño de humildad porque estaba en una competición que es una liga de jugadores, y eso se nota cuando estás allí. Sobre todo si en tu equipo hay una superestrella”.

La estrella de los Raptors era Kawhi Leonard: Es un reto ser entrenador de la NBA porque tienes que encontrar la forma de ser respetado. Recuerdo que, durante los primeros meses, Kawhi no me decía ni hola. O me lo decía con la boca medio cerrada”. Eso luego cambió: “En ‘playoffs’ se me acercaba antes de cada partido, quería sentarse durante diez minutos y revistar cada aspecto del choque que se iba a jugar. Así evolucionó nuestra relación. Pero al principio era como ‘guau’. No es que los jugadores puedan hacer allí lo que quieran, ni que el entrenador no tengo potestad para tomar decisiones. Pero tienes que encontrar una forma de sentir y entender qué se puede hacer, qué tiene sentido, qué van a aceptar y qué palabras tienes que usar para que entiendan lo que quieres hacer en el día a día. Tienes que prestar una atención máxima a las emociones de los jugadores”.

Además, Scariolo reveló una de las principales moralejas que sacó en esa etapa en la NBA: Entrenar sin exceso, sin sobrepasarse. No es que no se entrene nunca allí, pero tienes que usar diferentes herramientas. No puedes matar a los jugadores teniéndolos dos horas corriendo entre partido y partido. Tienes que trabajar sin entrenamientos de contacto, pero al mismo tiempo hacer ejercicios defensivos o de tres contra cinco y cuatro contra cinco me ha ayudado mucho para lo que hago ahora en Bolonia”.