Oficial: Ricky Rubio ya es del Barça

El Barça, ya es seguro lo que parecía cuando el base pidió al club sumarse a sus entrenamientos, va a poder disfrutar de Ricky Rubio. Lo que partió como una unión para recuperar al jugador para el baloncesto, ya que llevaba parado desde que el verano anterior decidiera pausar su carrera profesional por un bajón de salud mental, se ha transformado finalmente en un fichaje. La opción que parecía más probable en cuanto Ricky comenzó a trabajar con la plantilla que dirige Roger Grimau se ha concretado y habrá segunda etapa como azulgrana de uno de los mejores jugadores españoles de la historia. El Barça suma un refuerzo de lujo hasta final de temporada.

El Barça se ha movido a tiempo para sortear el límite que la Euroliga da para realizar nuevas inscripciones. Mañana miércoles finaliza el plazo para hacerlo, sin que las incorporaciones más allá de él puedan disputar la competición este curso, así que el club catalán tenía que cerrar ya su pacto con Ricky para salvar esa obligatoriedad y que el El Masnou pueda jugar la parte final de la competición europea y las eliminatorias si, como parece, el Barça está entre los clasificados. No ha sido oficial hasta hoy porque faltaba el ‘transfer’ de la FIBA, que finalmente ha llegado esta tarde.

El acuerdo entre jugador y club era absoluto desde hace algunos días, básicamente desde que Ricky decidió que sí quería jugar en el Barça. En el club, evidentemente, siempre estuvieron muy predispuestos a cerrar esta incorporación pues entienden que es un jugador diferencial. Tanto la directiva como el cuerpo técnico, sin embargo, en ningún momento presionaron al jugador. Ni para entrenar con ellos ni para firmar su nuevo contrato. Simplemente le hicieron saber a Ricky que estaban dispuestos a ayudarle en lo que hiciera falta. De hecho el propio Roger Grimau, ahora su entrenador y anteriormente su compañero, explicó que independientemente de su posición, nivel o predisposición a firmar le hubiesen integrado en el equipo para facilitar su recuperación.

La entidad de la Ciudad Condal hace oficial ahora el fichaje de Ricky sólo por una cuestión administrativa (se acababa el plazo para su inscripción) pues su estreno con la camiseta del Barça no es inminente. Por lo pronto, salvo sorpresa mayúscula, no estará en la Copa del Rey de Málaga que arranca en diez días y el mes de marzo parece el más propicio para debutar. El calendario, entre la Copa y las ventanas FIBA será mucho más relajado para los equipos de Euroliga por lo que Ricky tendrá muchas más sesiones a las órdenes de Grimau para acabar de adaptarse al equipo. El uno de marzo, en el Palau ante el Mónaco, podría ser la fecha de su retorno. Pero aún es pronto para asegurarlo con rotundidad.

Ahora es Roger Grimau quien tiene la misión de hacerle encajar en una plantilla ya hecha. En ella Ricky compartirá espacio en el puesto de base con Tomas Satoransky y un Rokas Jokubaitis que probablemente pase a jugar muchos más minutos como escolta, de la misma manera que hace Nico Laprovittola. El Barça, por lo tanto, no fichará finalmente un dos con la llegada Ricky y usará a esos dos bases reconvertidos y a Darío Brizuela, este sí un escolta mucho más puro.

Ricky, campeón de la Euroliga con el Barça en 2010, regresó a la estructura azulgrana el pasado 29 de enero, cuando pidió sumarse al club y acudir a sus instalaciones para entrenar y recuperar sensaciones tras el punto final a un trayecto de casi 13 años en la NBA. El pasado verano, renunció a estar con la Selección en el Mundial 2023 para dar prioridad al cuidado de su salud mental. Venía de un trance muy duro en Cleveland, donde sufrió una grave lesión de rodilla en un momento en el que estaba en un excelente punto de forma y confianza con la franquicia de Ohio. El repunte de un camino NBA que se había oscurecido con un trance de traspasos y cambios de equipo que le hicieron conocer lo peor del negocio NBA. Desde entonces, ya barruntaba un regreso a España que, finalmente, se produce ahora. Casi trece años depués y en el que fue su último club en Europa, un Barça al que llegó desde el Joventut en 2009.