Motley desecha la Euroliga y se lanza a por la NBA

La temporada del Hapoel de Tel Aviv es un subibaja constante en el que no da tiempo a pararse a pensar. La actividad en el club israelí va a toda velocidad desde que la propiedad pasó a manos del multimillonario Ofer Yannay, cabeza de la empresa Nofar Energy y rico gracias a las energías renovables. Puso un buen presupuesto al equipo de baloncesto, lo cual le ayudó a conformar una plantilla que en el segundo nivel de la Euroliga aspiraba con subir al primero a base de talonario. En ellos sigue. Las complicaciones en el país han hecho que varios extranjeros se planteen su continuidad. Patrick Beverley, de momento, permanece aunque ya haya amagado con irse; Johnathan Motley, que le convenció para irse allí, ha abandonado a las bravas.

Motley, a lo largo de ese proceso, había recurrido al equipos de la Euroliga, lugar que había dejado en verano a cambio de un lucrativo contrato en el Hapoel. El Estrella Roja intervino no sólo para hacerse con él sino con más jugadores, lo que motivo el cabreo al magnate telaviví. Otro de los que se interesó por él fue el Real Madrid (adelantado por Álvarez de Mon); opción de agrado para tenerle como relevo de Tavares y tenerle como pareja de Ndiaye y/o Ibaka si éstos pasaban al ‘4′. No será de ninguno de los dos salvo que la situación se enrollé todavía más. Porque poco hay que rascar cuando la NBA llama a un estadounidense. Según avanzó el periodista Jake Fischer, el pívot de 2,06 metros ha alcanzado un acuerdo para jugar en la G-League, liga de desarrollo, en lo que parece ser un paso previo a que en la competición principal le hagan una oferta de trabajo temporal para cubrir bajas.

La experiencia de Motley en Estados Unidos retrotrae a los Mavericks y los Clippers, equipo el angelino donde construyó su buena relación con Patrick Beverley. Este producto de la Universidad de Baylor, de movimientos rápidos cerca del aro, buen salto, fuerte, ágil, aunque falto de regularidad y mesura, lleva tres años en Europa. Empezó en el Lokomotiv, del que partió precisamente por otra guerra en curso. El conflicto de Rusia y Ucrania le llevó al Fenerbahçe, donde coincidió con Dimitris Itoudis y terminó con Sarunas Jasikevicius. Con el griego cierra un círculo, ya que es el nuevo entrenador del Hapoel; la morterada, seis millones de euros por dos años y medio si vence en la EuroCup. Un proyecto faraónico que salta por los aires cada semana.

¿En qué queda lo de Motley? ¿Le darán permiso en Israel? El jugador continúa en un sinvivir pese a que anunció hace semanas que iba a dejar el Hapoel. El dueño se ha opuesto de plano. De hecho espera que recapacite y vuelva, expresándolo públicamente en más de una ocasión. Al saber de su partida hacia un roster de la liga secundaria de la NBA amenazó delicadamente a los implicados en su cuenta de Twitter: “La G-League también requiere de la LOC. Para partidos y entrenamientos, lo mismo da. Unos avisos amistosos serán mandados a las partes implicadas para recordarlo. El contrato sigue siendo válido. Y por lo que a Motley respecta, esperamos que regrese; cuanto antes, mejor”. Al documento al que Yannay se refiere es a la llamada letter of clearance, un tránsfer por carta con la que la FIBA tiene que aprobar un cambio de equipo que no se ha resuelto amistosamente entre las partes. La pelota de Johnathan está en este momento en el tejado de la Federación Internacional.

El equipo israelí continúa teniendo por detrás, en presencia e importancia, al Maccabi, el de su propia ciudad, aunque aspira a comerle parte del pastel. El club que sí está en la Euroliga pasa por problemas parecidos con los extranjeros: Jordan Loyd fichó en verano y se fue a las pocas semanas de empezar, reemplazado por un Saben Lee que mantiene su residencia fuera del país. La guerra que se mantiene en el territorio de Palestina echa para atrás a según qué jugadores, habituados a una vida tranquila, algo en lo que incidió Lorenzo Brown cuando decidió cambiar de plaza e ir al Panathinaikos. Motley está en esas lides.

Itoudis, que entra con todo, podrá maniobrar a partir de la semana que viene con un balance clasificatorio de 5-3 en el grupo A, que comparte con Granca y Penya. Además de locales de prestigio como Tomer Ginat y Noam Yaacov, el preparador heleno de momento puede contar con otros extranjeros: Ish Wainright, Joe Ragland, Antonio Blakeney o Bruno Caboclo, que ha sido rifado y el Madrid ha aparecido en dichos rumores, son algunos de ellos. El objetivo se ve nítido: ir el torneo de mayor prestigio.

El mercado en España continúa en movimiento aunque Motley no sea uno de los que lo explota. El Madrid continúa activo en la búsqueda de refuerzos ante sus ausencias. El Barça, de igual modo, con Raulzinho Neto sonando para ser el nuevo base. En otros equipos, más madera: Amidah Brimah ha cambiado Manresa por Valencia; Ethan Happ, en la cuerda floja en el conjunto de Pedro Martínez; Sam Dekker no sabe si seguirá en el Joventut de Badalona; Chimezie Metu, otra baja a cubrir. El parón de la Liga Endesa por las ventanas de clasificación para el EuroBasket siempre depara ajetreo en las oficinas, por lo que hay noticias.

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