Higgins avisa: “Han descartado al Barça demasiado pronto”

El periodista Donatas Urbonas (Basket News) mantuvo una interesantísima charla con el alero del Barça, y uno de los jugadores más determinantes de Europa cuando las lesiones no le limitan, Cory Higgins. El de Danville (33 años) trata de recuperar su mejor versión para los meses decisivos que afronta desde ahora el club azulgrana, cuando se decidirán los otros dos grandes títulos del curso: la Euroliga y Liga ACB.

Higgins, sin duda, tiene una espina clavada con la Euroliga que ganó dos veces con el CSKA de Moscú (2016, 2019) pero que no ha podido ganar con el Barça, donde sí ha sumado ya una Liga y una Copa desde su llegada en el verano de 2019. En las dos últimas temporadas, el club azulgrana se ha quedado sin premio en la Final Four. En 2022 no pudo con el Real Madrid en una semifinal milimétrica, y en 2021 perdió la final contra el Anadolu Efes después de tumbar en semis a un Milán que solo cedió en el último segundo y gracias a un canastón de Higgins, que es ahijado del mismísimo Michael Jordan, que compartió vestuario con su padre, un Rod Higgins con el que trabó amistada en Chicago Bulls y que luego jugó también en el Olympiacos.

“Obviamente, me mandaron muchos mensajes esa noche. Pero él no me escribió en ese momento. Pero después de la final, sí. Me dijo que había sido un buen tiro y un buen partido. Solo eso, nada raro y no justo después del partido contra el Milán. Recibo mucho más feedback de mi padre, es la persona más importante en mi carrera. Como tenía mucha relación con Jordan, lo suyo solía ser más bromas que críticas constructivas. ¿Las comparaciones de mi tiro contra el Milán con el de Michael Jordan en las Finales de 1998? Me mandaron muchos mensajes diciéndomelo, pero para mí fueron tiros totalmente distintos. El mío fue en transición. Pero me lo esperaba, porque a la gente le encanta recordar a todas horas que es mi padrino”.

Después de esa gran temporada 2020-21, en lo colectivo y lo individual, las lesiones marcaron el curso 2021-22 para el estadounidense. Fue, además, una temporada con mal final para el Barça, que no pudo ganar la Euroliga y perdió después la final de Liga contra, otra vez, el Real Madrid: “Fue la temporada más difícil de mi carrera profesional. Eso como jugador, porque fuera de las pistas fue muy beneficiosa mentalmente. Pude dedicarme tiempo a mí, trabajar en mi fortaleza mental y en mi fe. Pude alcanzar una versión mejor de mí, entendí que no soy solo un jugador de baloncesto, vi cuál era mi verdadera identidad. Y eso creo que ahora me va a ayudar también en la pista. Llevo mejor los malos momentos, no me asustan. Cuando llegan las críticas, las manejo mejor. Sé quién soy. Ya no tengo que demostrar nada a nadie, solo al Señor”.

Higgins explicó también la importancia de su padre y su mítico padrino en su crecimiento: “Les debo a mis padres ser como soy. La gente se cree que es fácil crecer así, pero tienes que estar mentalizado para ser hijo de un jugador y ahijado de Jordan. Eso me ayudó a tener un carácter sólido”. Además, mantiene la esperanza de que el Barça pueda cambiar este año su mala relación con la Euroliga y pueda lograr su tercer título y el primero desde 2010: “Tenemos una rotación con tíos que ganan títulos cada año, con fortalezas en todos los puestos. Esa profundidad es una gran fortaleza. La gente nos ha sacado de la ecuación y nos ha descartado demasiado pronto. Pero creo que eso es bueno, somos un equipo veterano en el que todos sabemos lo que hay que hacer para ganar. Eso es importante porque ganar es difícil. Y en nuestro vestuario todos tenemos esa mentalidad. Somos campeones, compartimos esa mentalidad”.