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EUROLIGA | PARTIZÁN 80 - MADRID 82

Goss se desmelena a tiempo

El base jugó el martes su mejor partido con el Madrid (22 puntos y triple ganador), el número 100 desde su llegada hace casi dos años. “Tengo mucha fe y confío en mi trabajo”.

Williams-Goss celebra el triple ganador en el tercer partido ante el Partizán. Detrás, Musa y Sergio Rodríguez.
Williams-Goss celebra el triple ganador en el tercer partido ante el Partizán. Detrás, Musa y Sergio Rodríguez.ANDREJ CUKICEFE

El Madrid fichó a Williams-Goss en el verano de 2021 por dos temporadas, así que en menos de dos meses acaba contrato. Aterrizó en Europa por primera vez en el Partizán en 2017 y jugó a gran nivel, por lo que el Olympiacos apostó por él para la Euroliga. No cuajó y volvió a EE UU un curso, que pasó entre la NBA (Utah) y la G League. En enero de 2021 ficha por el Lokomotiv Kuban y parece despegar. “Lo quería toda Europa”, dijo en su día Laso. Y lo fichó el Madrid para sustituir a Laprovittola. A él y a Heurtel para llenar un hueco en la dirección que se creó con el adiós de Doncic en 2018 y se agigantó con la marcha de Campazzo en diciembre de 2020.

Los blancos no encontraban la pieza ansiada y Goss tampoco iba a paliar esa carencia. El de Oregón, de 28 años, es un base completo, muy eficaz en el uno contra uno en las medias entradas y buen defensor, pero sin el toque creativo de muchos de sus predecesores, entre ellos el Chacho, con el que ahora comparte equipo. Las lesiones han marcado notablemente su trayectoria, una de ellas crítica en el pie derecho, en la pasada Final Four, que dejó al Real cojo frente al Efes y a él fuera de las pistas durante casi seis meses.

Entre la actual campaña y la pasada ha sido baja en 53 partidos, de la última lesión muscular se recuperó hace menos de tres semanas. El martes, en Belgrado, en su duelo 100 de blanco, apareció su versión anhelada: 22 puntos y el triple ganador, su mejor actuación. Además de las lesiones, le ha faltado impulso, confianza, alguna minutada en Liga que le hiciera crecerse. En Serbia, con todo perdido, tiró por la calle del medio. El Madrid lo necesita: “Tengo mucha fe en mí y confío en mi trabajo. Traté de jugar para mis compañeros”.